CAMAGÜEY.- Poco tiempo le han dado a los fragmentos de árboles y otros escombros que en pilas se topan al paso por esta ciudad, en plena recuperación de los embates del huracán Irma, aunque el mayor desvelo sigue provocado por la falta del fluido eléctrico.

El equipo de Adelante Digital inició el recorrido por el principal corazón verde de la urbe, como también se le conoce al Casino Campestre, donde laboran hombres de la Empresa Provincial de Servicios Comunales.

“Irma derribó muchos árboles, sin embargo afectó pocas luminarias. Desde el sábado en la tarde estamos aquí para rehabilitar y darle vida al mayor parque urbano de Cuba”, dijo Osvaldo Montero, jefe de la Zona Especial Casino.

 

LINIEROS DE GRANMA EN CALIENTE

“El problema de la falta de corriente en el municipio de Camagüey es de generación. La termoeléctrica de Nuevitas empezó a generar pero se debe ir por escala”, explicó Erasmo López, el técnico de operaciones de la OBE.

Este camagüeyano estaba en la Circunvalación Norte ante el último de los cuatro postes partidos en el circuito 2980 de 3 KV, que alimenta la Fábrica de Cervezas Tínima, la Potabilizadora, la Fábrica de Helados Coppelia y la OBE Municipal.

“A las seis de la tarde de hoy debe quedar disponible este circuito”, aseguró Erasmo López, quien ha permanecido 48 años en su empresa.

A su lado, el granmense Carlos Gustavo Fernández Romagoza, jefe de la Brigada en Caliente de Bayamo, contó que “aunque no hay muchas afectaciones, el trabajo ha sido de envergadura porque algunos postes están en zonas fangosas adonde no llegan los carros”.

Fernández Romagoza aprovechó para felicitar a sus muchachos por la entereza y enviarle el mensaje a sus familiares de que todos están bien, aunque no tienen fecha de regreso: “Nos queda sacar una línea de 16 kilómetros, donde hay que hacer 150 postes”.

Se refiere a la línea para el bombeo desde el embalse de Pontezuela, de unos 60 años de explotación y casi perdida en medio del monte, algo que solucionará un problema de incidencia en los últimos años en el territorio.

 

ABRIENDO LOS CAMINOS

En Garrido laboraba la brigada 4 de la Empresa de Construcción y Montaje Nro1 Camagüey, liderada por Tamara Roselló Rodríguez, que ayer devolvió prestancia a la vía principal desde el Aeropuerto Internacional Ignacio Agramonte hasta el reparto Lenin.

“Estamos acostumbrados a trabajar hasta altas horas de la noche y la madrugada. Hoy estamos abriendo los caminos principales de acceso al hospital militar, para luego ir a las calles, con prioridad detrás del Estadio, Talleres de Locomotoras y la Terminal de Ómnibus interprovinciales”, concluyó.

 

ETECSA Y LOS OTROS CABLES

Por la importancia de la vitalidad de las telecomunicaciones, los trabajadores de ETECSA tampoco descansan por estos días, de ahí el desempeño de los interrupcionistas de cables Francisco Guerra Carmouze, Rubén Esquivel Borrero y Lesli Ayola Rodríguez.

En la Avenida Finlay estaban aguijonando las bolsas de naylon que contenían volúmenes de agua, “acopiados” por las torrenciales lluvias de Irma.

“Hay dos cables en este distrito que significan 400 pares interrumpidos. No descansaremos hasta poderlos restablecer”, confirmó Guerra Carmouze.

 

EL COPAL DE MONTECARLO

Rumbo a otras zonas de la ciudad llegamos al reparto Julio Antonio Mella, donde vimos al morador Jorge Arias Morales un hacha empecinado por terminar el suplicio de uno de las más socorridas plantas medicinales de Montecarlo.

“Este era un copal, que todos usábamos para remedios. Vine a ayudar a mi vecino. El ciclón me afectó algunas tejas de la casa, pero ya lo solucioné porque siempre tengo una reserva”, y prosiguió con la faena, al fondo del organopónico del lugar.

Cerca de allí, nos llamaron alarmados otros vecinos, por la salvadera que se mantiene sobre un paso de escaleras el edificio 40, y que paradójicamente a su nombre común, les desgarra el sueño en los últimos años.

“Lo reportamos 15 días antes de Irma. Ya cortamos lo que pudimos pero no disponemos de las herramientas adecuadas para seguir, y se corre el riesgo de que caiga sobre la turbina o afecte más los apartamento”, contó Juan Alberto Hernández, habitante del primer piso.

 

YO SEMBRÉ LA CAOBA

En el reparto Previsora trabajan brigadas de la Empresa Forestal que, según  Amaury Benítez, se encarga de recuperar toda la madera posible, especialmente la preciosa, objeto de hecho vandálicos.

Mientras un equipo pesado ubicaba grandes trozos de caoba hondureña sobre una carrera, nos salió al paso un vecino del edificio 33-2, para compartir su historia mientras señalaba la caoba hondureña hecha pedazos.

“Yo sembré esa mata en el ´69”, aseguró Luis Copello Gilarte, de 73 años de edad, y prosiguió con el relato: “Entonces era jefe de campamento de la Columna Juvenil del Centenario. Traje las posturas del vivero que estaba por el Ballet de Camagüey. Nadie sabe para quién trabaja”.

 

LA ESCUELA AL DÍA

En el propio reparto Julio Antonio Mella localizamos al destacamento del Centro de Instrucción Provincial del Ministerio del Interior, responsabilizado con la limpieza de los centros educacionales del distrito.

“Somos 40 hombres que ya alistamos dos círculos infantiles antes de llegar a la Escuela Anexa Enrique José Varona”, afirmó el capitán Urbano Mena Rubio, con la seguridad de terminar pronto allí.

En la “Anexa” cursan el nivel primario 783 niños del ese reparto, y otras comunidades como Jayamá, Salomé y Santayana.

“Mañana martes debemos iniciar con una sesión de clase. Los maestros ya organizaron las aulas. Nuestra mayor afectación fue un ventanal y una tubería partida que esperamos solucionar”, enfatizó Eduardo Ruiz Pérez, secretario docente.