CAMAGÜEY.- Si algo tenemos en común el personal de la Salud Pública y los trabajadores de la prensa, es que estamos obligados a variar nuestros planes de trabajo, o sea, estamos prestos a cualquier eventualidad, con vistas a ofrecer el mejor de nuestros servicios. Es por eso que la consulta médica de hoy cambia en lo que tenía concebido y hasta en su formato, siempre con la esperanza de ofrecer lo interesante vinculado a la realidad.

La noticia que no nos puede faltar es la relacionada con el huracán Irma, categoría cinco y el cuarto de la temporada del Atlántico, fenómeno hidrometeorológico  grande, intenso y lluvioso, con vientos huracanados y de tormenta tropical, que afectarán en diferente medida a toda Cuba, principalmente la costa norte. Como viene arrasando sin piedad, y no tenemos una fórmula para destruirlo, lo fundamental es prepararse para recibirlo de la mejor manera posible y muchos han sido los consejos médicos para algo así. Es por eso que esta es atípica, pero oportuna.

–Lo primero es identificar cuáles son las debilidades de viviendas, centros laborales y el entorno más cercano, esa es una determinación que preserva vidas.

–Y algo que no puede faltar radica en mantener la calma, ser coherentes y priorizar adecuadamente qué hacer.

–Como lo esencial es preservar la vida, en ello va implícita la salud, mientras sus servicios vitales se mantienen y son adoptadas otra serie de disposiciones, como es también el garantizar la prestación de estos en los centros de evacuación.

–Una de las medidas preventivas fundamentales es el contar con el agua apta para consumo humano, y así evitar enfermedades, como las diarreicas. En todas las farmacias de la provincia agramontina están y estarán garantizados los frascos necesarios de hipoclorito de sodio al uno por ciento, que se emplea en la purificación del agua potable, y resulta un agente eficaz en la eliminación de ciertos virus, bacterias y microorganismos.

–Por eso se insiste en no beber agua sin vertirle de tres a cuatro gotas de esta sustancia a cada litro del preciado líquido. Incluso, si en esas circunstancias, se tiene la posibilidad de hervirla durante tres minutos, dejarla en reposo para que se refresque y agregarle el hipoclorito de sodio, sería mucho mejor.

–También debe clorarse el agua que se utiliza para lavar los alimentos, las verduras y las frutas.

–Las personas que padecen de enfermedades crónicas y tienen que ser evacuadas, no pueden olvidar sus medicamentos.

–Otros fármacos necesarios de llevar encima son los relacionados con enfermedades digestivas, las que pueden aparecer pasadas las intensas lluvias.

–No olvidar el autofocal y conservar los depósitos con agua bien tapados y erradicar del entorno o colocar boca abajo cualquier tipo de vasija que pueda llenarse con las lluvias.

–Es razonable no comprar alimentos que en breve se echarían a perder o congelados porque al faltar la energía eléctrica constituyen un peligro.

–Al adquirir los alimentos se impone fijarse en su fecha de vencimiento.

–A la hora de almacenar los alimentos para los días precisos, deben ser guardados en recipientes donde no haya contaminación de plagas.

–De manera particular, las embarazadas y familias con lactantes, o grupos de personas vulnerables, como los ancianos y enfermos, tienen que seguir al pie de la letra las orientaciones del sistema de Salud.

–Es importante que se dé a conocer al personal de salud los casos febriles o con otros síntomas como son: cefaleas, dolores articulares; lo mismo antes, durante, que después del paso del huracán.

–Nunca cruzar ríos, cañadas o arroyos, así se evitan accidentes fatales.

–Luego de la “ incómoda visita” del ciclón no comprar frutas, verduras…, porque pueden estar contaminadas.

El sistema de Salud en Camagüey, como en el resto del país, se prepara bajo el cumplimiento de las orientaciones del Consejo de Defensa Provincial, con la garantía de la cobertura médica y de medicamentos en las instituciones hospitalarias y en los albergues destinados a los damnificados, con la inclusión de sitios destinados a la actividad quirúrgica.

Luego del paso del huracán se impone una higienización con todas las de la ley, para evitar la propagación de enfermedades diarreicas, por ejemplo. Todo esto con el incremento de la vigilancia epidemiológica desde los consultorios del médico y enfermera de la familia, policlínicas y hospitales, por supuesto, con la participación y disciplina de la población.