CAMAGÜEY.- (ACN) Con el empeño de alcanzar el 21 por ciento de cobertura hidrométrica en esta provincia, especialistas y trabajadores de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EAA) en el territorio, prevén la instalación de 10 mil metrocontadores de agua en el actual año.

De la cifra total estaban listos, hasta julio, cuatro mil 570 de esos equipos de medición, de un plan de seis mil 830 que debían estar en funcionamiento en esa etapa, según precisó a la Agencia Cubana de Noticias Luis Erber Mendoza Gómez, subdelegado técnico de Recursos Hidráulicos.

Entre las causas del atraso, el directivo aludió a la falta de calidad en el montaje de los hidrómetros, pues en ocasiones la instalación de los equipos no es la más adecuada para ofrecer un servicio óptimo que permita un monitoreo eficiente del abasto de agua, por lo cual se debe rectificar nuevamente el trabajo.

Hasta el momento, resultaron beneficiados los repartos San Antonio, Villa Mariana, Bella Vista, Buenos Aires, Edén- Juruquey y Florat, situados en la ciudad cabecera, además de los municipios Guáimaro, Nuevitas, Santa Cruz del Sur, Sierra de Cubitas, Céspedes y Jimaguayú, informó Orestes Milla Rodríguez, director de la Unidad Empresarial de Base de Aseguramiento Comercial de la EAA.

Según reportes de la población correspondiente a esas zonas, el servicio de agua demoraba hasta un mes en llegar, refirió Milla Rodríguez, a la vez que explicó cómo la instalación de los hidrómetros posibilita el análisis de las pérdidas, ya sea por un uso irracional de las personas o por roturas en las redes.

Lo anterior se identifica fácilmente a partir de la ubicación de un metrocontador de diámetro grande que distribuirá una cantidad determinada del vital líquido a las viviendas donde están instalados otros equipos de medición de un diámetro menor, los cuales permiten calcular el agua utilizada en los hogares, dijo el directivo.

Si el consumo de la población es inferior a la cantidad de agua entregada, las pérdidas son resultado de roturas en las tuberías, y estar al tanto de esa circunstancia facilita una rápida rehabilitación de las redes, acotó Milla Rodríguez.

Aún no culminan las labores en los sectores donde están instalados los hidrómetros, dijo, pero el impacto social en este momento lo califican como positivo, pues en lugares donde no llegaba el agua, hoy sube hasta un segundo piso, a la vez que disminuye el gasto en las viviendas, situadas en lugares complejos sin urbanización.

Actualmente el sistema de acueducto en la provincia presta servicio a casi 147 mil residencias, de las cuales 21 mil 122 resultaron beneficiadas con este programa al cierre del 2016, año en el que se retomó con mayor impulso el montaje de los metrocontadores ante la necesidad del uso racional del agua por los efectos de la sequía que afecta al territorio.