CAMAGÜEY.- Hace pocos días, los trabajadores de Acueducto y Alcantarillado y del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) en Camagüey lideraron —con el respaldo multisectorial de fuerzas y medios locales—, acciones para el mejoramiento del abasto de agua a esta centenaria urbe que merece la distinción de Proeza Laboral: en solo 40 horas ininterrumpidas de faena restablecieron el bombeo desde los embalses principales, tras complejas operaciones de empalmes gigantescos, conexiones especializadas y corrección de salideros agudos que implicaban no menos de tres días de paralización total del servicio.

Sin embargo,  y enmascarado en citadinos y esporádicos aguaceros,  el período seco persiste aún en época primaveral y como no hay precipitaciones suficientes para los escurrimientos la aridez hidrológica afecta a la mayoría de las 53 fuentes controladas por el INRH, 15 de las cuales están prácticamente  vacías.

De los últimos 10 calendarios más estériles que han azotado a la provincia más extensa de Cuba, el actual ocupa el séptimo escaño menos lluvioso de todos. Basta reflejar que solo en lo que va del 2017, ninguno de los 13 municipios rebasa la media histórica de precipitaciones lo que afecta , además,  a los 19 sectores hidrogeológicos (reservas subterráneas) 12 de los cuales presentan un estado crítico.

Las obras hidráulicas destinadas al aprovisionamiento de agua potable a la población —respecto a la escasez general—, poseen mejor situación de llenado aunque solo tres de las 12 dedicadas a este fin superan la mitad de sus capacidades: La Máximo, Caonao y el Hidrorregulador Las Flores.

¿QUIÉN DICE SEXO DÉBIL?

En este combate constante para que el líquido insustituible  llegue a los hogares, reverdezca sembradíos, sacie la constante sed de vacunos y crianzas de animales,  mantenga los servicios sociales  y las producciones económicas, muchas son las mujeres que teniendo por techo la intemperie, se han batido de tú a tú con los hombres del agua.

En distintos escenarios de bregar incesante vimos al frente a la ingeniera Alina Leal, delegada del INRH; Yaisel Mayedo, directora provincial de Acueducto y Alcantarillado; Teresa Ramírez, inversionista; Marcia Almeida, directora de la Empresa de Mantenimiento y Rehabilitación de Obras Hidráulicas y otras féminas del quehacer anónimo que en  la llanura del Máximo, los potreros de Las Clavellinas y en las tierras rojas de Pontezuela ejercieron sus responsabilidades, pendientes para que los avances logrados, incluida la construcción en ejecución del tercer  módulo de la Planta Potabilizadora, sirvan de punto de partido en la estabilización del  abasto de agua a la centenaria Ciudad de los Tinajones.

OBRAS PENDIENTES Y SIGUIENTES

Aún con el dolor lacerante de un esguince, Yaisel se mantuvo —a pie de obra— todo el tiempo pendiente de los referidos trabajos. “Ahora tenemos que preservar lo recuperado, mantener la vigilancia frente a las ilegalidades en las conductoras y redes de abasto reparadas y nuevas, y proseguir hasta terminar  el empate desde Las Clavellinas hasta el embalse Cubano-Búlgara  de la tubería de polietileno de alta densidad de mil milímetros”.

Lo que no se ve desde la gran ciudad, lo cuantifica con hechos la delegada del INRH en la provincia, Alina: “Por orientación del Partido y el Gobierno hemos instalado sistemas de riego aprovechando los espejos de agua superficiales y las fuentes subterráneas en desuso que hoy irrigan más de 3 277 hectáreas de cultivos. Montamos 118 bombas sumergibles con paneles solares de planes  pecuarios y cargaderos para enfrentar la sequía”.

Otros beneficios hidráulicos para la economía provincial que se suman al amplio bregar de Recursos Hidráulicos, son  el rescate de las mediciones hidrométricas y  de la red de canales en los sistemas de riego de los planes arroceros, y el fortalecimiento de la red pluviométrica en las plantaciones cañeras de AzCuba para un mejor control de las precipitaciones y la aplicación eficiente de la irrigación agrícola.

Alina también refirió como proyecciones más inmediatas el completamiento de la conductora Potabilizadora-Cubano-Búlgara de 29 kilómetros de longitud —faltan 12— que, unido a la construcción del tercer módulo de la  planta de tratamiento en ejecución, permitirá a partir del venidero año estabilizar el abasto de agua a la capital provincial en 1 800 litros por segundo.

“Del 2018 al 2019 hemos proyectado una nueva conductora paralela a la vieja desde la Máximo hasta el empate de Las Clavellinas y la renovación de los equipos de bombeo de esta presa y la Cubano-Búlgara,  y  a partir del año próximo hasta el 2020 se prevé la rehabilitación del conducto Pontezuela”.

La delegada provincial del INRH, entre otras obras que beneficiarán el suministro y calidad del agua en Camagüey y en distintos lugares distantes,  también mencionó el montaje de una desalinizadora   en Lombillo, Esmeralda,  y  sendos acueductos rurales para las comunidades  de San Pablo y África, en Minas.