CAMAGÜEY.- La rama tabacalera cubana y los trabajadores de la fábrica “Alejandro Arías”, radicada en esta ciudad, mantienen una alianza estrecha que contribuye a disminuir importaciones de bombas centrífugas horizontales, empleadas en el riego de plantaciones en las vegas pinareñas y de otras regiones dedicadas al fomento de ese cultivo exportable.

El ingeniero Guillermo Piñeiro Libera, director general de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Bombas Camagüey, perteneciente a la Empresa Industrial de Riego, adscrita al Ministerio de Industrias, explicó que en los más de 20 años de negocios entre ambas entidades, la comercialización sobrepasa las 40 000 unidades.

Por la capacidad financiera de la Empresa Nacional del Tabaco, ésta compra los motores y algunos agregados en el exterior, mientras el resto de los componentes de la bomba son elaborados en la planta local.

En simposios internacionales de tabaco, celebrado en Cuba al que Piñeiro ha concurrido en calidad de invitado, los tabacaleros han elogiado el producto por su durabilidad y la ventaja de desarme en el proceso de mantenimiento de los equipos.

En los últimos tres años el sector tabacalero incorporó establemente un financiamiento para la compra de piezas de repuesto que asegura la “Alejandro Arías” con la ventaja que los impelentes son de hierro a diferencia de otros fabricantes foráneos.

La industria tabacalera para evitar doble transportación cuenta con una logística de medios automotores que corren hasta Camagüey, desde donde se garantiza la distribución a todo el país de la mercancía, con un exquisito embalaje.

Piñeiro anunció que para el 2018 piden, por primera vez, 500 bombas manuales, pues la Empresa Tabacalera se está haciendo responsable de las comunidades de esa rama, no solo para mejorar las condiciones de trabajo sino de vida de los habitantes de esos asentamientos y ahorrar energía al país.

La fábrica de Camagüey está aspirando a subirle la parada a la producción con nuevos surtidos a corto, mediano y largo plazo.