CAMAGÜEY.- Este 23 de diciembre los habitantes de Camagüey recordaron una vez más a El Mayor, Ignacio Agramonte Loynaz, en su casa natal y en el simbólico parque que lleva su nombre, al cumplirse 177 años del nacimiento de ese notable líder que protagonizó un rol fundamental en las luchas por la independencia de Cuba, en la Guerra Grande.

Durante la celebración del encuentro fue rememorada la figura del estudiante de Derecho, que desde temprano mostró una inclinación por las ideas libertarias, del hombre que amó a su idolatrada Amalia Simoni, del hombre que brindó su primer servicio a la Revolución en la reunión del Paradero de las Minas. Se evocó al mambí que transformó los campos en talleres, conformó la caballería más letal de las huestes cubanas y legó un mar de enseñanzas y cualidades a su país, aun después de muerto.

El pueblo, en peregrinación desde el hogar donde transcurrió su más temprana infancia hasta el parque que le rinde tributo, agradeció las virtudes de El Mayor. En marcha apretada, detrás de la Banda Provincial de Conciertos, las distintas generaciones de los habitantes de esta ciudad se mezclaron para resucitar su memoria, para fortalecer el orgullo de que nos llamen “agramontinos”.

Al hablar de Ignacio Agramonte, afloran sus brillantes cualidades como estratega. Sobre el campo de batalla manifestó sus dotes tácticas en La Redonda, La Unión y, por supuesto, en una gran hazaña bélica como el rescate del brigadier Julio Sanguily. Desde la diplomacia, demostró su madurez de pensamiento al dirimir las diferencias que tenía con el entonces presidente de la República de Cuba en Armas, Carlos Manuel de Céspedes. El ejemplo más recurrente, cuando advierte a uno de sus oficiales que en su presencia jamás se podría murmurar del Padre de la Patria.

La ofrenda floral, colocada ante la escultura de bronce que inmortaliza su regia estampa, reza: “a nombre del pueblo camagüeyano”. Sin embargo, el Diamante con alma de beso, como le llamó el Héroe Nacional de Cuba, extiende su imagen por toda una nación, es ejemplo de moral y perseverancia para una isla que se construye, sobre la integridad de sus héroes.