LA HABANA.- (PL) Una de las especies salvajes más temidas, pero a la vez más preciadas por su piel es el cocodrilo, del cual existe una amplia variedad y que durante muchos siglos mostró su capacidad de supervivir sin notables mutaciones.

Esos animales están en el planeta desde hace unos 200 millones de años, y continúan teniendo un aspecto prehistórico, al igual que sus poderosas mandíbulas -24 dientes afilados- la cual espanta, y con la que desgarran y trituran el alimento como peces, crustáceos, mamíferos, e incluso reptiles.

Entre los antecesores de este mortal depredador se presume que estuvo el psuedosuchians, que caminaba sobre sus patas traseras, y vivió durante el periodo Triásico tardío, apunta cocodrilopedia. com, pero se entiende que junto con el caimán son los que menos cambios presentan en su evolución.

Los Crocodylidae o comúnmente llamados cocodrilos pertenecen a la familia de reptiles arcosaurios, que aparecieron en la tierra hace unos 200 millones de años y, se considera que convivieron con las antiguas aves y, por supuesto, con los dinosaurios que se extinguieron hace unos 65 millones de años.

Aunque a ese animal se le vincula con su forma de reptar, él es capaz de desarrollar en tierra una velocidad de unos 13 kilómetros por hora, pero le interesa más la tranquilidad en su hábitat, sean ríos, lagos y pantanos en zonas tropicales, como el sudeste de Asia, Australia, África, América Central y América.

Según estudios de su anatomía, el cocodrilo posee una buena audición y cuando se sienten en peligro se considera que producen determinados sonidos, que podrían integrar un sistema de alerta en favor de su subsistencia, la cual puede ser de 100 años o algo más. Al menos existen 23 especies conocidas de cocodrilos.

Dos de las características de ese animal son que posee un corazón de cuatro cámaras y una corteza cerebral, señala la bibliografía científica, y amplía que los más grandes llegan a medir de entre cinco y seis metros de largo, y llegar a pesar una tonelada.

Alguno estudiosos opinan que el hecho de tragar piedras ayudan al animal a digerir más fácilmente lo que consume, y una característica que se destaca en su proceso de alimentación es que un ave conocida como chorlito entra en la boca del cocodrilo y consume los parásitos presentes allí, lo que el saurio le permite sin dañarla.

La persecución del cocodrilo, se centra en muchas ocasiones en la tenencia de su piel, que según cotizaciones en el mercado internacional puede tener valores de centenares de euros, lo cual despierta el interés en los cazadores por cada pieza capturada y comercializada, pero a la vez desata el peligro de las matanzas indiscriminadas.

Algunos enfrentan actualmente el peligro inminente de extinción, así la capacidad de supervivencia que su especie mostró por muchas eras podría reducirse a ser solo un recuerdo si no se preservan mediantes medidas zootécnicas y rigurosas legislaciones, que logren detener las engañosas, pero al fin y al cabo, lágrimas cocodrilo.