CAMAGÜEY.- Antes de inaugurarse, en 1846, el primer tramo del Camino de Hierro, en Santa María del Puerto del Príncipe, Gaspar Betancourt Cisneros junto a ricos hacendados elevaron en 1837 la propuesta a la Sociedad Económica Amigos del País de invertir en la construcción de un ferrocarril que incrementara el comercio, principal-mente ganadero, en la Villa.

La iniciativa de El Lugareño quedó frustrada por las continuas negaciones del Capitán General de la Isla, Miguel Tacón y Rosique y de los habaneros que no aceptaban un modelo de desarrollo económico superior al suyo.

Este hombre de progreso soñó también con la unificación de las vías férreas entre el puerto de Nuevitas y el de Santa Cruz del Sur, una idea que, además de traducirse en un auge en los negocios, significaba una ruptura con los esquemas políticos de la Cuba colonial.

El patrimonio cultural que representa la historia del ferrocarril para la Ciudad de los Tinajones, desde las inicia-les tentativas de El Lugareño hasta las fechas más cercanas es innegable. Por eso, la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey desarrolla un proyecto para devolverle sus funciones y el esplendor de antaño a la antigua terminal de trenes ubicada en Van Horne.