CAMAGÜEY.- Apenas tenía unos 20 ejemplares manuscritos en cada edición. La anémica reproducción a cargo de los copistas encontró un antídoto singular: rotar las hojas, una vez leídas, para satisfacer las demandas de alrededor de 200 abonados.

No quedan testimonios de cuánto debían esperar los últimos lectores, ni de los desencajamientos de su paciencia, para contactar con Semanario Curioso. Ese fue el primer periódico —al menos del cual hay datos más seguros— de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey, según las referencias acerca de ese medio citadas por Eduardo Labrada Rodríguez en su libro La prensa camagüeyana del siglo XIX.

El suceso superó el contexto periodístico, y extendió igualmente su connotación a la cultura, en su amplio concepto de modo de existencia del hombre.

La fundación de Semanario Curioso correspondió al licenciado dominicano Antonio Herrera y Gordo, quien sabía de leyes y quiso legar a su nuevo asentamiento un necesario atributo. Así la localidad devino la tercera del país en tener su propio órgano periodístico, de acuerdo con las informaciones conocidas.

Herrera ejercía en la Real Audiencia instalada en 1800 en Puerto Príncipe y la cual asumió, por traslado, las funciones de la Audiencia Primada de América, creada en el siglo XVI en Santo Domingo, la más antigua de las ciudades de los españoles en el Nuevo Mundo.

La transferencia del tribunal confirió a la villa mediterránea, además de un lustre legal, un notorio influjo de desarrollo cultural. Semanario Curioso se nutría, entre otras fuentes, de hechos locales y de órganos informativos de otros lugares —incluso provenientes de España—, transportados en travesías de lentitud dinosáurica. Sobrevivió hasta 1812, cuando lo sustituyó Espejo, primer periódico principeño impreso.

Nacido manuscrito, cuando en el país funcionaban desde la anterior centuria recursos para imprimir, y rudimentario en su confección y distribución, existió con trazas medievales y acrisoló su abolengo cercado por la penuria.

*Publicado el 19 de junio de 2010 en el periódico Adelante.