CAMAGÜEY.- Parecía que las sillas de la escuela tuvieran alfileres: niñas y niños de la primera vez se sentaban y paraban constantemente. Los de las pañoletas azules y rojas formaban grupos de amigos y de clases --de pie-- en la amplia plazoleta deportiva para resumir en apretados minutos y todos a la vez dos meses de disímiles vacaciones.

A la escuela todavía le falta pintura, pero aulas y pasillos brillaban de pulcritud y las hermosas banderas cubanas en los ángulos del patio y globos multicolores colgados en las columnas de la edificación Art Deco, pintaban de alegría el futuro que se conquista en presente.

Sobre las mesas en las aulas, lápices, libretas, crayolas… esperaban a las inquietas figuritas que hoy eran puro nervios de gozo, risas, cantos y bailes en una velada matinal rodeada de verdes jardines, pese a la sequía, cultura y saber.

Mañana será de verdad el primer día de clases para los más de 800 alumnos de preescolar a sexto grado en el seminternado Josué País, que dirigen con acierto Magaly Ochoa Curiel, su directora, y un claustro de maestros donde las licenciaturas, maestrías pedagógicas y las experiencias internacionalistas matizarán el nuevo curso escolar 2017-2018, en una escuela 12 años Vanguardia Nacional y centro asociado a la UNESCO.