CAMAGÜEY.- Tiene la dicha septiembre de ser un mes de comienzos con olor a ropas, calzados y mochilas de estreno; de nacimiento de amigos y amores; de escuela nueva; de otra enseñanza; de inicios de esa última recta, preámbulo de despedidas definitivas. Es septiembre tiempo de bullicio escolar, de amaneceres madrugadores, de la plancha que vuelve y la jaba de merienda; de materias de estreno; de saberes y vocaciones que se consolidan; de responsabilidad familiar con el crecimiento intelectual de nuestros hijos. Tiene septiembre la suerte de entregarle a la familia cubana un nuevo curso escolar con la certeza-garantía de seguir teniendo educación pública y gratuita para todos.

Galería: Otilio Rivero Delgado/Adelante/Archivo