Desde el triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959 las administraciones estadounidenses acudieron a disímiles procedimientos con el objetivo de tratar de aniquilarla y restablecer el régimen de sumisión y explotación que representó la dictadura de Fulgencio Batista.
El Teniente Coronel ® de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), José Ángel Gárciga Blanco, recordó que el intervencionismo norteamericano acudió al fomento de alzamientos armados en las principales regiones montañosas.
Solo de 1959 a 1965 había tres mil 995 bandidos, organizados en 229 bandas, que provocaron la muerte de más de 800 personas, subrayó Gárciga Blanco, ayudante del General de División Raúl Menéndez Tomassevich (1929-2001), Héroe de la República de Cuba.
De ellas, 196 fueron crímenes, que quitaron la vida a 14 menores de edad, ocho ancianos y tres mujeres, aunque hasta en sus propias filas mataron a 18 de sus integrantes, señaló el hombre que trabajó durante más de 20 años con Menéndez Tomassevich, viceministro de las FAR y en dos ocasiones jefe de la Misión Militar Cubana en Angola.
Mencionó que el 21 de julio de 1961, en parajes del centro de la nación, ultimaron a la familia campesina de Fidel Claro Álvarez y su esposa María Luis Perera, y el dos de julio de 1962 aniquilaron a la de Pío Romero, su sobrino Eustaquio y su hermana Ana, con 27, 19 y 12 disparos, respectivamente.
Precisó que a Juan Toledo Hernández y su hijo Orestes los asesinaron en presencia de su nuera y seis niños, el mayor de los cuales solo tenía 10 años de edad, mientras que en junio de 1962 fueron secuestrados cuatro trabajadores de una comisión de estudios topográficos y tres meses después encontraron sus cadáveres en una fosa común.
Desde mediados de abril de 1962 a febrero de 1963, cuando Tomás San Gil fungía como cabecilla de una banda en el Escambray, hubo 21 asesinatos, 33 heridos e incendios en 17 viviendas de campesinos, establecimientos y ómnibus, en dos de ellos con el personal en su interior, donde murieron seis personas.
Advirtió el oficial ® de las FAR que los servicios de subversión y sabotaje de EE.UU. repiten su historia como ocurrió en Angola, Nicaragua, Iraq, Libia y Siria; así como en Cuba, donde han fracasado sus intentos ante la firmeza del pueblo y su Revolución.
En su Decreto-Ley No. 279 de 2010, el Consejo de Estado estableció el seis de octubre de cada año como "Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado", en recordación de las más de cinco mil víctimas de los actos terroristas ejecutados durante medio siglo contra la Patria.
Pero no solo importa esa jornada. Los cubanos no olvidan cada día de sus vidas a las víctimvas de esos crímenes abominables ni el dolor sufrido por esa causa. Su homenaje, desde el corazón y la acción cotidiana, va más allá de cualquier fecha.
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