CAMAGÜEY.- Llegó al Camagüey de Agramonte, como uno de aquellos mambises, como los rebeldes de entonces. La historia ya lo había acogido como a uno de sus hijos predilectos, como al Fidel que será por siempre el invicto Comandante en Jefe, el que cada 4 de enero anuncia en estas calles, en cada plaza, en cada balcón que la libertad que nos regalaba, la libertad conquistada era solo el comienzo, “para empezar a tener el derecho a luchar “.