CAMAGÜEY.- Después de la victoria de Melones, durante la segunda quincena de enero de 1874, partieron desde Barajagua, rumbo a Camagüey, los generales Calixto García, Manuel de J. Calvar y el brigadier Antonio Maceo. Ya en el mes de febrero, en reunión presidida por Salvador Cisneros Betancourt, presidente de la República de Cuba en Armas, se discute el plan de invasión a Las Villas, presentado por Máximo Gómez, el que es aprobado luego de un grupo de sugerencias y enmiendas.

El general Máximo Gómez organiza la fuerza, compuesta por 400 orientales al mando del coronel Ricardo Céspedes; los villareños encabezados por el brigadier José González Guerra; al frente de la columna formó dos brigadas y como jefe de la división nombró al brigadier Antonio Maceo. Esta propuesta del Generalísimo es aprobada por el Gobierno el 4 de febrero.

Ya en Camagüey, el comandante general español Manuel Portillo, tenía información del movimiento de las fuerzas cubanas en ese rumbo por lo que dispuso de unos dos mil hombres bien armados para salirles al encuentro… a partir de ese momento se suceden las batallas de Naranjo (día 10), Mojacasabe (el 11)… hasta producirse la trascendental Batalla de Las Guásimas, sobre la que investigadores de la estrategia de la guerra han apuntado que fue una contienda planeada genialmente por Gómez y secundada con admirable capacidad por Maceo.

La participación del Titán de Bronce en operaciones militares en territorio camagüeyano continúa en orden cronológico:

El 12 de abril del propio 1874 Gómez asaltó el poblado de San Miguel de Nuevitas y Maceo es el primero en el combate; los días 15 y 16 se baten con una columna española de tres mil hombres de las tres armas; el 18 se dirigen a Cascorro para atacar ese poblado. Aquí cae mortalmente herido el teniente coronel Miguel Maceo.

En mayo aparecen las fuertes lluvias que impiden toda clase de movimiento, y toda una teoría infinita de malos entendimientos se desarrolla entre el Gobierno, la Cámara y Gómez, lo que además de dificultar la proyectada invasión a Las Villas, ataca por su base la organización militar de Camagüey.

En el mes de julio se decide reanudar la campaña y el día 4 de ese mes es derrotada una columna española en Camujiro, donde es herido el brigadier Henry Reeve. En el parte oficial Gómez informó que el brigadier Antonio Maceo se distinguió notablemente en ese combate.

Diez días después, Gómez estaba acampado en el lugar conocido como Caimito, allí se presentó Maceo para renunciar a su cargo de jefe de la división de Las Villas por las razones que el propio Gómez explica en su diario de campaña: "…se había ocupado con asiduo cuidado de su organización, conservación y aumento, puse al frente de ellas al brigadier Antonio Maceo, jefe de reconocida pericia y notable fama, pero desgraciadamente no pudo permanecer en el destino porque los villareños le hicieron la más resuelta oposición, por causas que no se pudieron justificas…". Posteriormente el propio Gómez apuntaba que los motivos de la no aceptación de Maceo al frente de Las Villas se fundamentaban únicamente en el color de su piel y no por que fuera oriental, como quisieron hacer creer.

Es así que Maceo acompañó a Gómez durante los meses de julio y agosto en la organización militar; las lluvias obligaban a permanecer inactivos varios días en el campamento de Jimaguayú, donde el 18 de septiembre reciben la noticia del apresamiento de Calixto García, por lo que Maceo recibe inmediatamente la orden de regresar a Oriente para cubrir este puesto.

1895:

La campaña de la invasión a Occidente en 1895, fue organizada y realizada por el General en Jefe del Ejército Libertador Máximo Gómez, y su lugarteniente general Antonio Maceo.

El Titán de Bronce y su contingente invasor no tuvieron prácticamente que combatir durante su travesía por Camagüey ni al cruzar la Trocha de Júcaro a Morón; tampoco le fue difícil llegar al objetivo final, Mantua en Pinar del Río, debido a la maestría militar del Generalísimo, quien en más de una ocasión se echó tras de sí las tropas españolas, los distrajo y engañó sistemáticamente, precisamente con el objetivo de que Maceo llegara al lugar acordado.

El 22 de octubre de 1895 Maceo salió desde los Mangos de Baraguá hacia el occidente del país. Entre las dos y las tres de la tarde del ocho de noviembre llegó a Camagüey por el lugar conocido por La Caridad; al día siguiente se dirige a Guamabo, de allí a Loreto de Viaya y el día 13 está en La Yaya, Sibanicú, donde se celebra un consejo de guerra a un grupo de 30 oficiales encausados por desertores. En total la columna la integraban 180 hombres.

Para los días 15 y 16 de noviembre la columna de Maceo y el Gobierno, que había entrado en territorio camagüeyano junto con los invasores mambises, se trasladan a la finca La Matilde, donde sesiona el Consejo de Gobierno; nuevamente aquí son analizadas un grupo de contradicciones y discrepancias, fundamentalmente por intromisiones en asuntos militares y violaciones de la Constitución de Guáimaro, sin que los reclamos de Maceo tuvieran las respuestas precisas.

Es en La Matilde donde Enrique Loynaz del Castillo escribió el Himno Invasor, inspirado en la figura de Maceo. Desde este sitio la columna marchó a San Andrés, Ciego Najasa, Consuegra, Antón. En este último lugar, el 20 de noviembre el Jefe invasor recibe la correspondencia, entre la que viene un número del periódico Patria, con fecha 12 de octubre, con la crónica por el aniversario de Yara y en ella la reseña de un discurso de Manuel Sanguily que refiere: "… y a los hermanos Maceo, los dos titanes de bronce - se alude a José - que aparecen coronando la montaña como el primer esfuerzo de la victoria …" palabras que se diseminan entre todos en tan breve tiempo, que los mambises no tardan en llamar a Antonio el Titán de Bronce.

La marcha continúa por Las Guásimas, El Divorcio, Hato Arriba, Ciego Escobar, entrando al territorio de la actual provincia Ciego de Ávila, con rumbo al cruce de la Trocha de Júcaro a Morón el día 29.

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