Hace 120 años, el 21 de diciembre de 1898, el periódico Patria fundado por José Martí publicó una circular de quien entonces se desempeñaba como delegado, Tomás Estrada Palma, en la cual anunció "dar por terminados los trabajos del Partido, por no ser ya necesario en el extranjero después de haber conseguido el fin a que esos trabajos se encaminaban".

El periódico Patria salió por última vez el 31 de diciembre de ese año, con lo que quedaron los patriotas sin su principal órgano de movilización y difusión de las ideas independentistas, como lo había concebido el Apóstol.

A inicios de ese mes, el 10 de diciembre, se firmaron los acuerdos de paz entre Estados Unidos y España, con lo que concluyó la contienda bélica sin que en el encuentro estuviera la representación de la República en Armas, ni de sus instituciones representativas, en especial el Ejército Libertador.

Consolidada la intervención estadounidense en la Mayor de las Antillas, el programa neocolonial pasó a la etapa de disolver todos los órganos representativos de los independentistas, como premisa indispensable para instaurar en la Isla una colonia con engañosa forma de república independiente.

En esas confabulaciones fue muy importante contar al frente del Partido Revolucionario Cubano (PRC), con Tomas Estrada Palma, quien sustituyó a José Martí tras su caída en combate, pero que estuvo muy lejos de sus ideales y nunca tuvo confianza en la capacidad del pueblo cubano para ejercer su independencia sin el protectorado estadounidense.

Estas acciones de Estrada Palma tuvieron la oposición de destacados cubanos y delegaciones de base del PRC en el exilio.

El amigo y cercano colaborador de Martí, Juan Gualberto Gómez, consideró que "en el porvenir de Cuba, donde hay que asegurar la libertad, el progreso y los principios de la verdadera democracia, bases todas de nuestro programa, siendo el Partido R. Cubano el único que podrá implantarlas y sostenerlas".

También otros patriotas no vieron bien la traición de Estrada Palma, entre ellos Gualterio García, quien expresó: "¿Hemos terminado la obra que nos propusimos al constituir el Partido Revolucionario Cubano? A mi entender no. Pesa sobre los hombros de los cubanos la responsabilidad de trabajar por hacernos libres, pues una cosa es la independencia y otra muy distinta la libertad."

Delegaciones de base en el exilio se pronunciaron contra las decisiones de Estrada Palma como los patriotas en Santo Domingo que expresaron que "El Partido Revolucionario Cubano no ha concluido su obra: él se fundó para obtener la independencia absoluta de Cuba ", aspectos que recoge en su investigación sobre la disolución del PRC el destacado investigador cubano Ibrahím Hidalgo Paz.

La estrategia divisionista del imperio tuvo éxito y la prensa estadounidense estimuló las divisiones entre la última representación mambisa, la Asamblea de Santa Cruz y el Cerro y el generalísimo Máximo Gómez alrededor de las condiciones para la también disolución del Ejército Libertador, desconocido y denigrado con acusaciones racistas por las tropas intervencionistas estadounidenses.

La Asamblea se manifestó, a diferencia de Gómez, de acuerdo con aceptar la propuesta de un donativo del gobierno norteamericano y destituyó al prócer independentista como General en Jefe y eliminó ese cargo.

Hasta algún exaltado propuso que fuera fusilado el gran dominicano, en un gesto indescriptible de ingratitud con el destacado líder, para regocijo de los representantes del naciente imperio yanqui.

A inicios de 1899, comenzó la disolución del Ejército Libertador, el cual junto con el PRC eran los únicos escollos para que el imperio culminara la construcción de la seudorrepública estrenada en 1902, bajo la presidencia de Estrada Palma, servil destructor del PRC y del resto de las instituciones patrióticas cubanas