En la vida hay momentos tan duros y difíciles que olvidarlos resulta casi imposible, así les sucede a quienes recuerdan con profundo dolor el seis de octubre de 1976, día de luto para Cuba por el horrendo Crimen de Barbados.

Ese día dejaron de existir físicamente las 73 personas a bordo de una nave de Cubana de Aviación, y duele mucho saber que los autores intelectuales de ese vil sabotaje todavía no han sido juzgados.

La comisión investigadora y el perito cubano Julio Lara Alonso demostraron hasta la saciedad que la aeronave, un Douglas DC- 8 de fabricación estadounidense, cayó al mar a consecuencia de dos explosiones, la segunda de ellas en el baño trasero de la cabina de pasajeros, y que ocasionó el derribo de la nave.

Como consecuencia de ese acto terrorista perdieron la vida 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco coreanos.

A propósito de ese horrendo suceso, se estableció el seis de octubre como Día de las Víctimas del Terrorismo, una jornada para exigir que cesen la impunidad y las acciones violentas contra la Isla.

El Crimen de Barbados, ocurrido hace 41 años, tuvo como cabecillas a los terroristas de origen cubano Luis Posada Carriles y Orlando Bosch Ávila (1926-2011), asalariados del imperio de Estados Unidos.

Entre los pasajeros que perecieron en el abominable atentado se encontraban 24 integrantes del equipo juvenil de esgrima de la Isla, los que compitieron exitosamente en el IV Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte, certamen en el que ganaron todos los títulos.

Esos jóvenes venían felices por sus éxitos y es doloroso que manos asesinas truncaran sus sueños de la manera más cruel, por eso no podemos cejar en el empeño de luchar para que se sepa la verdad.

El reclamo de justicia del pueblo de Cuba siempre ha sido constante y sistemático, y esa es una batalla de la que nunca debemos cansarnos, declaró a la ACN en una oportunidad Ileana Alfonso, hija de Demetrio Alfonso, una de las víctimas del Crimen de Barbados.

También se refirió a que la mejor manera de rendirles homenaje es recordar quiénes fueron, tanto los atletas como los tripulantes del avión, de manera que sigan siendo referencia para las actuales y futuras generaciones de cubanos.

En la Mayor de las Antillas, cada año se realiza la tradicional peregrinación en el cementerio Cristóbal Colón, adonde acuden familiares de las víctimas, esgrimistas y población en general.

Además, en la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Cerro Pelado, de La Habana, deportistas y entrenadores del presente aprovechan  la fecha cada año para repudiar el vil asesinato.

Igualmente en otras naciones como Venezuela se conmemora el triste suceso, y es que desde el Aeropuerto de Maiquetía salió invicta la delegación cubana de esgrima, cargada de triunfos, medallas de oro y sueños, que se vieron truncados por el odio de gente salvaje e inescrupulosa.

Esos destacados esgrimistas formarán parte por siempre de la rica historia del movimiento deportivo en la Isla, que cuenta en esa disciplina con ilustres atletas de talla mundial como Ramón Fonst, Rolando Tucker, Elvis Gregory o Zuleidis Ortiz, por solo citar algunos nombres.

Para la actual generación que integra la selección nacional de esgrima, ser mejores personas y deportistas; así como seguir el ejemplo de quienes los precedieron, será el modo de homenajearlos para hacer perdurar su legado.