CAMAGÜEY.- La muerte no significa olvido cuando se habla de quienes construyen su país con el ejemplo. Los 125 años de la caída en combate de nuestro Héroe Nacional, José Martí, lejos de reflejar una distanciamiento temporal constituyen un motivo de fortaleza para Cuba y su gente, que hoy, aun en circunstancias excepcionales de la COVID-19, se entregan a su pueblo con el mismo sacrificio que el Apóstol dedicó a su Patria.

Fotos: Leandro Pérez Pérez /AdelanteFotos: Leandro Pérez Pérez /AdelanteUno de los jóvenes que sabe cuánto perviven los ideales del más universal de los cubanos, en estos momentos es el presidente del Movimiento Juvenil Martiano en esta provincia, Yalieski Rivero Álvarez. Su ocupación, por sí misma, delata la difícil responsabilidad de vivificar la imagen paradigmática de ese hombre inabarcable, entre los muchachos de hoy.

“Tenemos la misión de llevar la esencia de El Maestro a nuestras juventudes de diferentes maneras, una de ellas son los diálogos de generaciones que tratan de unir a los Pinos Nuevos con los de mayor experiencia. No es lo mismo leer la historia en los libros que sentirla a través de sus protagonistas. Esa resulta una forma más atractiva de motivarlos y de permearlos de identidad nacional”.

Comenta Yaliesky que la luz de las fogatas, en las acampadas que ellos convocan, también resultan una buena oportunidad para aproximarlos a la vida, a la intemperie, del Ejército Libertador y el Rebelde en las luchas por la independencia de nuestra nación. Queremos enseñar a Martí no como un conocimiento teórico, sino que las personas asuman sus preceptos y lo concreten con actitudes en la sociedad. Creo al verdadero martiano no le basta con recitar sus versos y replicar sus frases de memoria”.

El pensamiento “tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud y en ti”, le llega con hondura a su alma. Opina que alberga la confianza en los jóvenes, cada uno representa un reflejo de su tiempo y debe adaptarse a él. “Yo, soy graduado del Pedagógico José Martí, y cuando me propusieron ocupar el cargo de presidente del ‘Movimiento Juvenil’, no me sentía preparado. Pero Martí eleva el espíritu, y cuando le abres las puertas y abrazas sus preceptos, te transformas en una persona útil a la sociedad”.

Cuenta Yaliesky que de la obra del Apóstol ha bebido de la sensibilidad y sabiduría suficientes para desempeñar su función como delegado a la Asamblea Municipal del Poder Popular. “Mi libro de cabecera es el Diccionario del Pensamiento Martiano. Me ha aportado desde el conocimiento para los oficios que realizo hasta la inspiración para enamorar con varias cartas de amor”, expresa sonriente. Luego se refiere a cómo hoy, desde la labor de los médicos, se encuentra una de las pruebas fehacientes de la abnegación y del sacrificio que nos enseñó nuestro Héroe Nacional.

Ese criterio de Rivero Álvarez coincide con el del doctor en Medicina General Integral, Ernesto Cervantes Machado. “El altruismo del Maestro se materializa hoy en el trabajo de Salud, en estos tiempos difíciles en que el planeta es afectado por la COVID-19. Él habló, en un momento, de que la mejor cura es la que previene y ese ha sido el fin de la atención primaria instalada en Cuba, luego del Triunfo de la Revolución, con el médico de la familia”.

Dice el especialista que la abarcadora visión del Apóstol describía a un profesional de la salud sensible con el pueblo, independientemente de las condiciones materiales que necesite para vivir. “Expresa en sus escritos que los medicamentos no solo fungen como la verdadera sanación, sino también una sonrisa sincera”. Eso hace nuestro ejército de batas blancas, no solo en Cuba, sino también alrededor de mundo, como buenos internacionalistas que somos.

“Soy un martiano completo y eso me ha ofrecido la posibilidad de percibir a ese cubano de todos los tiempos, en cualquier rincón que estemos dispuestos a ofrecer nuestra ayuda. Él está presente en nuestra actitud, accionar y en la esencia noble de esta profesión”. La Edad de Oro condujo a Cervantes Machado al primer acercamiento de aquel hombre que se convirtió en su guía y lo ha acompañado siempre en etapas de su vida como la de locutor de Radio Cadena Agramonte, en las misiones solidarias a Bolivia, Venezuela y Brasil, y, ahora, como funcionario del Partido  Comunista de Cuba del municipio de Camagüey, en el distrito Cándido González.

“Reconozco el esfuerzo de los jóvenes estudiantes de medicina que se han dedicado al pesquisaje, casa por casa, en el combate al nuevo coronavirus. Esa es una manera efectiva de prepararlos y de que se vean comprometidos con la Revolución. Tienen que forjar, desde bien temprano, la fibra del amor que los atará a su pueblo. Puedes graduarte con notas excelentes, pero si no eres una persona decidida a aliviar primero el espíritu de tu paciente, antes que tu cuerpo, no serás un buen doctor”.

Yaliesky y Ernesto, sin dudas, son referentes para la sociedad cubana actual. Ambos vivifican el espíritu de la Revolución cubana y el legado de El Maestro. Transparentan el ideario martiano y las esencias de un pueblo que persigue el amor a la virtud a través de la obra de sus hijos.