CAMAGÜEY.- Distante 83 años nacieron en igual fecha en siglos diferentes, pero tanto coincidieron en ideales independentistas, internacionalistas, estrategia militar y valor combatiente que si hubieran peleado juntos en cualquiera de las guerras por la libertad de Cuba, seguros destacarían como el General Che Guevara o el Comandante Antonio Maceo, Titán de Bronce -Guerrillero Heroico por la independencia de Puerto Rico y de otros pueblos latinoamericanos.

Sin embargo, la historia los unió para siempre en épocas diferentes en una sola lucha por ver libre a Cuba: Maceo, dejó las huellas y la vida en la invasión de Oriente a Occidente. Che, recorrió parte del glorioso derrotero hasta la victoria final en Las Villas, y se ganó ser cubano-argentino, como lo conquistaron por derecho propio el dominicano Generalísimo Máximo Gómez y el valeroso lugarteniente estadounidense, Henry Reeve,el “Inglesito”, quien desbordó heroísmo en las llanuras del Camagüey, bajo las órdenes de El Mayor Ignacio Agramonte.

Los dos, Maceo y Che, en épocas disímiles mostraron su intransigencia antimperialista: el “Titán de Bronce, en una ocasión que un joven desanimado expresó que creía fatalmente en la anexión de Cuba a los Estados Unidos, le espetó con firmeza: “Aunque me parece imposible, este sería el único caso en el que tal vez estaría yo al lado de los españoles”.

…Y tras la independencia definitiva del primero de enero de 1959 y cuando nada ha cambiado las ansias anexionistas del Imperio USA, el Che advirtió:”…no se puede confiar en el imperialismo, pero ni tantito así…”

En clímax muy difíciles y diferentes de la lucha nacional, los dos patriotas sembraron en las siguientes generaciones principios éticos y valores humanos que deben ser abonados en estos tiempos para preservar la libertad que tantas cargas al machete, balas y vidas ha costado.

Frente a la pasividad, desmovilización revolucionaria y desmemoria histórica que pretende introducir “virtualmente” con empoderamiento y tolerancia Estados Unidos en la Isla, siempre encontrará La Protesta de Baraguá, bajo la aguda mirada del Che que nos advierte: “…ni tantito así…