CAMAGÜEY.- Cuba vivía la segunda década del siglo XX. Los territorios de las antiguas provincias de Las Villas (Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus) y Camagüey (desde Hatibonico, del Municipio espirituano, hasta el de Amancio Rodríguez, en Las Tunas) aguardaban por el quehacer combativo de Felipe Torres Trujillo, nacido en la “Perla del Sur” el 1ro. de Septiembre de 1916, un centenario atrás.

Hijo de Marcial, que por más de 40 años se desempeñó como mecánico en centrales azucareros, y de Blanca, que durante el gobierno de Tomás Estrada Palma fungió como maestra y luego fue ama de casa, Felipe aprendió las primeras letras en su natal Cienfuegos. Después, la familia se muda para Santa Clara donde terminó el sexto grado y luego ingresó la Escuela Superior simultaneando con la Escuela Profesional de Comercio para el año 1929 —consta en su Autobiografía.

Prontamente, Torres Trujillo da señales de lo que vendría a ser su vida revolucionaria: ante el asesinato de Rafael Trejo, estudiante universitario, ocurrido por la Dictadura de Gerardo Machado el 30 de septiembre de 1930, con 14 años participa en las protestas contra el inicio de las clases, y dos años después ingresa en la Liga Juvenil Comunista, agrupación unida al primer Partido Comunista de Cuba (PCC) fundado en Agosto de 1925, y llegó a ser miembro del Buró Provincial hasta convertirse en Secretario de Organización. Para 1934, estaba envuelto en actividades de la Liga Antimperialista.

Cuatro años después, Felipe aparece como integrante suplente del Comité Central de ese Partido; tras diversas responsabilidades en territorio villareño, llegó a ser Secretario Organizador del Buró Provincial del Partido en Las Villas; en 1953, por acuerdo de su Comité Central, pasa a trabajar a Camagüey con la misma responsabilidad; y luego de tres años, ocupa en nuestra provincia el cargo de Secretario General del entonces Partido Socialista Popular (PSP —nombre dado al citado primer PCC).

En su condición de dirigente principal de ese Partido en Camagüey, Felipe Torres desarrolla una significativa actividad contra los desmanes de la Dictadura de Fulgencio Batista. Basta con decir que, contando con su liderazgo, a instancia del PSP en nuestra provincia comienzan a crearse los Comités de Defensa de las Demandas Obreras (CDDO), organizados para desarrollar actividades revolucionarias, antiimperialistas y unitarias en el seno de los sindicatos oficiales, cuyo protagonismo influyó positivamente en los resultados de la lucha del referido sector por el pago del denominado Diferencial azucarero (una prima al salario de los azucareros por concepto de aumento de los precios del azúcar en el Mercado Mundial).

Con el Gran Enero de 1959, la calidad del Cuadro partidista nombrado Felipe Torres Trujillo, brilló por su presencia. Si no, obsérvese como condujo todo el proceso de unificación del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, el PSP y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo en Camagüey, para saber con mejor precisión de qué estamos hablando. Resalta que cuando el Comité Provincial de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) efectuó una reunión el 29 de Marzo de 1962 presidida por Raúl Castro para analizar su dinámica hasta entonces, el hoy Primer Secretario del PCC exclamó: iVenimos de un velorio y estamos en una fiesta!, en alusión a cómo él valoraba lo sucedido en esta provincia en comparación con lo acontecido en Oriente, lugar de donde procedía y que también hubo dificultad en torno a la edificación inicial de las ORI —al margen de “Rosas con espinas”.

Con sobradas razones, Felipe fue elegido Secretario General del primer Comité Provincial del actual PCC en predios camagüeyanos, el 18 de diciembre de 1965. Al año siguiente, resultó designado Embajador de Cuba en Bulgaria hasta 1973 —actividad que terminó afectado por problemas de salud.

No es casual, pues, que tras su partida ocurrida el 27 de Mayo de 1977, para perpetuar su memoria, dos hechos significativos estén relacionados con esta vertical figura de las luchas emancipadoras en todo el territorio nacional: Por una parte, la Escuela Provincial del Partido en Sancti Spíritus es identificada con su nombre, cual modo particular optado por la militancia y cuadros partidistas de ese territorio del centro de nuestra nación de honrar a Felipe Torres. Y por la otra, uno relacionado con los predios camagüeyanos:

El 18 de diciembre de 2015, al calor de las cinco décadas y media del surgimiento del Sistema de Escuelas del Partido y en el 50 aniversario de la creación del citado actual primer Comité Provincial del PCC en Camagüey que lo eligió su Secretario General, haya resultado creada la Cátedra que lleva su nombre y que su Presidente e integrante del mencionado primer Comité, José Lavín Silva, aprovechara la ocasión para manifestar: “Hablar de Felipe es muy fácil, fue un hombre extraordinario; su manera de conquistar, aglutinar y convencer a las masas le permitió conducir de manera exitosa el proceso revolucionario que entonces se iniciaba”.

Por tanto, sin ánimo de exagerar ni un ápice, muy bien que podemos sostener que este Hombre devenido modestia revolucionaria personificada, precisamente por su quehacer incansable a favor del mejoramiento humano, se convirtió en paradigma para los humildes de las antiguas provincias de Las Villas y de Camagüey —en rigor, de toda Cuba. Y no podía ser de otro modo, ante la fuerza moral que caracterizó a Felipe Torres Trujillo.