CAMAGÜEY.- Hoy 18 de Abril Teodoro Pereira La Rosa, presidente del Primer Congreso Campesino en Armas, hubiese cumplido 107 años y en su mente estaría aquel evento, efectuado el 21 de septiembre de 1958, el que contó con la presencia del entonces Comandante Raúl Castro Ruz.En plena guerra en Soledad de Mayarí, Pereira y más de 200 campesinos, convocados por el mando del II Frente del Ejército Rebelde, liderado por Raúl Castro, denunciaron al régimen y confirmaron su alianza irrevocable con los revolucionarios.
Nacido en Jovellanos, Matanzas, en el seno de una familia humilde sufrió los rigores del sistema explotador capitalista, pudo alcanzar solo el sexto grado y desarrolló faenas como obrero azucarero, albañil, topógrafo y en tareas agrícolas.
Apuntes históricos lo ubican en las luchas agrarias junto al Líder Lino Álvarez en la zona del Realengo 18; al tiempo que fue electo presidente de la Federación Regional Agraria Guantánamo, Yateras, Sagua de Tánamo.
La vocación revolucionaria de este hombre lo hizo integrarse a la Columna 6 del II Frente Oriental, mientras al triunfo de la Revolución participó en el I Foro Nacional de la Reforma Agraria y en el azucarero, como invitado al Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba y en el segundo en calidad de delegado, organización política de la que fue fundador.
Estuvo muy vinculado a esta provincia. En 1964 vino para Nuevitas y laboró ejemplarmente en la construcción de las fábricas de cemento 26 de Julio y la de fertilizantes “Revolución de Octubre”, en tanto, ocupó responsabilidades políticas y del movimiento obrero en esa norteña región.
El 23 de junio de 1991 en Nuevitas dejó de salir su corazón a consecuencia de una repentina enfermedad y posteriormente su cadáver fue trasladado para Jovellanos, acompañado de ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro, hoy presidente de los Consejos de Estados y de Ministros.
El 11 de marzo de 1987 durante un recorrido de Fidel Castro por Camagüey al visitar la ciudad industrial de Nuevitas y de conocer que en el hogar de ancianos de esa localidad portuaria se hallaba Teodoro, decidió inesperadamente encontrarse con él en una muestra de aprecio hacia el valeroso hombre.
En las afueras de la institución de salud, el Líder Histórico de la Revolución fue aclamado por cientos de personas que espontáneamente se congregaron allí.
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