CAMAGÜEY.- El poder de la imagen. Como nunca. Aunque estos días hemos escuchado más las historias de los mayores. En cambio, los niños, simplemente asombrosos. No piense que a su edad repiten de manera mecánica. No. Aprenden lo que somos capaces de trasmitirles sin palabras. Nos enseñan a pensar profundo. Ellos han hecho coincidir a varias camagüeyanas en la red social Facebook, para contarse de cómo lo que llevan en la frente también les nace en el corazón.

Yanetsy León González: Mi niña sabe que el hombre de la mochila es Fidel, y me dice que Fidel y Raúl nacieron en Birán, porque allá estuvo hace poco. Alma tiene dos años y estoy segura que jamás lo olvidará. Birán marca para toda la vida.

Yahily Hernández Porto: Los niños nos estremecen. Mi sobrino, quien cumplió 9 años este 29 de noviembre, nos dejó atónitos. Mientras jugaba ayer en la tarde con su pistola de agua, que le habíamos regalado, escribió con agua en el suelo: Viva Fidel.

Liset Fernández Torres: Mi hijito tiene 2 años y 4 meses, y ayer cuando llegué a casa me dijo: “Mamá, yo soy Fidel!!!”. Rompí en llanto. Lo escribo y aún me estremezco. En el corazón de mi pequeño también late Fidel!!!!!!!!!!!!!!!!

Olga Lilia Vilató de Varona: Mi experiencia es peculiar porque se trata de un niño que ahora tiene 27 años. Cuando era pequeñín se enfermó y en la madrugada le dije: vamos a esperar a que amanezca para que te vea Oliva, ese grande la medicina pediátrica que es mi amigo al que adora, entonces me respondió al escuchar el ruido de un avión: “Mamá, a lo mejor no está porque seguro va en ese avión con Fidel”.

Mailet Padilla Paneca: Ayer, bajo la lluvia, fui con mi hijito de 3 años a despedir al Comandante. Estuve frente a Ciencias Médicas, con los ojos vidriados hasta que le vi pasar; invicto. En casa el papá lo llamó por teléfono y después del saludo le dijo: “papá, me llevaron a ver el carrito de Fidel”, y acto seguido comenzó a exclamar agitando los brazos: “Fidel, Fidel, Fidel!!!”. Imagino que como yo, tuvo que contener el llanto. Ese mismo llanto que ahora reprimo al escribir estas líneas. YO SOY FIDEL.

Annalie Aguilera: “Viva Fidel” dice mi chiquita Fernanda de 1 año y 11 meses cada vez que ve la imagen de ese gigante inmortal. Esa frase y YO SOY FIDEL colmaron hoy nuestras calles camagüeyanas. Rompí a llorar. Mi padre saludaba con marcialidad, y con voz fuerte decía “Comandante en Jefe, ¡Ordene!”. Mi Karla de 8 años me apretó la mano, fuerte y a los ojos me dijo: “Mamita, no llores que él está aquí, vivo en nuestros corazones”. Al alejarse el cortejo, mi esposo con ojos húmedos me abrazó: “Fuerza, amor, que aquí no se rinde nadie. SOMOS FIDEL”.

Lourdes María Mazorra López: La cita era a la 1:00 p.m. Ella estaba allí desde esa hora. Yo, entre pueblo de garganta ronca, espera silente y camino infinito, pueblo de aquí y allá, pueblo arcoíris, pueblo mío. Y justo en el paso hondo que revuelve el alma ella, de unos 6 o 7 años de estatura, marcó con fijeza apremiante el tiempo exacto de esta nación: “Mamá, ¿en esa caja tan chiquita va Fidel?”.