CAMAGÜEY:- El 23 de diciembre de 1985 llegaba Fidel Castro Ruz a la Circunvalación Norte de esta ciudad para inaugurar una fábrica que se convertiría en un ícono de la provincia. Hoy, 30 años más tarde, el compromiso de lostrabajadores de la Tínima es con la eficiencia y la calidad. Ese será el mejor homenaje que todos los obreros le brindan al eterno héroe de Cuba. 

Orley Arias González, trabajador del puesto de dirección explicaba que la desaparición de Fidel es solo física porque será recordado por todos.

“No hay palabras para describir lo que sentí cuando supe la noticia y más aún conociendo todo lo que hizo por nosotros. Sus enseñanzas, lo que logró por la Patria y por los pobres, nunca quedará en el olvido. La tarea fundamental hoy es seguir el legado que nos dejó”, argumentó Arias.

Para la generación de Jesús Álvarez Velázquez, operador y maestro cervecero con más de 30 años de labor es un golpe muy duro porque lo considera como su padre. Él le enseñó el valor del trabajo para la sociedad y a creer en una Revolución.

“Un gran líder y su muerte es una pérdida irreparable para todo el mundo porque siempre supo cómo ayudar a la gente. Aunque hace algún tiempo ya no estaba presente de forma continua, sí lo hacía con sus reflexiones, guíandonos siempre en todo”, agregó Álvarez desde el mismo puesto de trabajo en el que confiesa seguirá peleando por una mejor sociedad.

En este lugar todos conocen de la visita del máximo Jefe de la Revolución durante la inauguración en 1985. Aquí el compromiso es grande. No cabe el miedo pero sí hay mucho dolor. El futuro se sabe seguro, pero la falta se siente.

"Ahora nos toca hacerlo mejor que cuando estaba presente. Tenemos que seguir produciendo cada día con mayor calidad. Sin dudas es duro porque en el caso de nuestra generación, un poco más joven, nacimos bajo sus ideas, discursos y bajo su fuerte imagen. No tenerlo físicamente afecta mucho, pero nos enseñó también a ser fuertes y a sobreponernos”, así dice Geovani Hernández Davis, el joven jefe de taller desde hace 9 años.

 

 

“Yo estuve presente durante su visita. Los trabajadores lo recuerdan haciendo muchas preguntas sobre la fábrica, después firmó el libro de visitante y conversó con casi todos los presentes. En aquel momento fuimos nosotros, pero ahora nos queda a la generación de mayor edad, educar a los jóvenes para que continúen la obra de la Revolución”, agrega José Alberto Artola Moreno, más conocido como 'Tato' y Director Adjunto de la fábrica con 31 años de experiencia.