CAMAGÜEY.- Lidia María García no cerró el negocito, trabajó todo el día y terminó exhausta como es habitual. Pero su rutina varió en la noche, en su horario de descanso, que en lugar de pasarlo con las piernas en alto frente al televisor, lo dedicó a honrar al eterno Comandante de la Revolución Cubana.

¿Por qué era tan importante esa despedida? “Porque lo siente mi corazón. Él es el padre de nosotros, de los cubanos. Es lo mejor que pasó en estos siglos”. Otros trabajadores no estatales como ella, que ejercen en el mercado La Caridad, también se dieron su escapadita y alternaron turnos para aprovechar la oportunidad de agradecer y rendir honores a ese gigante.

“La noticia fue impactante, me ha dejado consternada. Estudio Psicología los sábados en la universidad y allí, este último encuentro, todo el mundo estaba mal. Estamos esperando la caravana para darle nuestro último adiós”, comentó a Adelante Digital  Marianela Riverón Durán, productora-vendedora de calzado.

Marianela Riverón Durán y Ernesto Pérez Villalobos.Marianela Riverón Durán y Ernesto Pérez Villalobos.A su lado, Ernesto Pérez Villalobos agrega: “Ha sido una pérdida irreparable. Yo no soy de aquí, estudié en una escuelita en el campo donde siempre nos enseñaron de Martí y Fidel, sus valores. Mi abuelo, que ya no está, escuchaba todos sus discursos y mi abuela se puso muy mal, porque ellos saben realmente como estaba esto antes del triunfo de la Revolución y todo lo que cambió”.

De sus motivaciones para ratificar el juramento con el concepto de Revolución que nos legó el líder, José Manuel Valero Fonseca confiesa: “Es el ídolo del mundo entero quien falleció, ¿cómo no voy a hacer? La gente que va es porque siente de verdad la pérdida del Comandante”.

UN DESIGNIO DIVINO

En el mismo mercado un hombre escuchaba atento la conversación. Apenas tuvo la oportunidad irrumpe: “Yo soy cristiano y oro por mis gobernantes porque la Biblia dice que Dios pone a los gobernantes y los quita, y quien se opone a la autoridad se opone a Dios. Oro porque les dé sabiduría, justeza”.

Su nombre es Francisco Caballero Ramírez y es evangélico, también es trabajador no estatal en La Habana. “Muchas iglesias están orando por Fidel y agradeciendo por todas las cosas buenas que hizo por este país y el mundo. Fue el hombre más grande que existió en el siglo pasado y este. Ayudó al pobre, al necesitado...

“Contrario a los que muchos creen los cristianos amamos a la patria, queremos que prospere, que el delincuente se aparte y que los matrimonios se consoliden y duren. Tampoco nos oponemos a las leyes. Fidel nos enseñó muchas cosas buenas, incluyendo algunas de las que Dios quiere en la Tierra”.

EN EL TALLER

Ramón Broceta BetancourtRamón Broceta BetancourtLa producción tampoco se detiene. Pudiera parecer que todo sigue igual, pero no es así; los corazones laten diferente, el trabajo adquiere otro sentido. “Mi esposa me despertó llorando para darme la noticia, creo que nadie la esperaba. Voy a esperar la caravana aquí, en el trabajo, produciendo para sacar la zafra adelante”, segura Ramón Broceta Betancourt, mecánico diesel A en los Talleres Lenin, dedicados a la reparación de equipos pesados y la maquinaria de la industria azucarera.

“Ah… y a los que hoy celebran su muerte les decimos que se miren por dentro y vean las cosas buenas que tiene la Revolución, que vean cómo era antes y todo lo que se ha logrado gracias a él”.

Gustavo Pérez GuillénGustavo Pérez Guillén“La mejor forma de homenajearlo es cumplir con el deber. Este trabajo por la producción de la zafra es nuestro Cuartel Moncada, nuestro Primero de Enero, es nuestro aporte como jóvenes revolucionarios y la manera de seguir su ejemplo”, se apresuró a decir Gustavo Pérez Guillén, jefe de brigada de blok y laboratorio diesel.