CAMAGÜEY.- La mañana de este 28 de noviembre comenzó, nuevamente, con aires distintos para los camagüeyanos. Era la extrañeza de vivir otro día sin la presencia de ese gigante llamado Fidel Castro Ruz, quien perpetuó, para Cuba y el mundo, los más puros ideales de firmeza y confianza en la victoria.

Como agradecimiento a la obra y a la huella indeleble de este singular hombre, los niños, ancianos, estudiantes y trabajadores de esta "comarca de pastores y sombreros" se dirigieron a la Plaza de la Revolución para expresar el dolor de su partida y hallar, en el simbólico lugar, esa esencia de la unidad que compone a todo revolucionario que confía en sus principios socialistas.

"Hemos perdido a un padre, a un líder". Fotos: Leandro Pérez Pérez/Adelante"Hemos perdido a un padre, a un líder". Fotos: Leandro Pérez Pérez/Adelante“Desde el viernes por la noche que nos enteramos de la partida física de nuestro Comandante la horas han sido muy dolorosas para los cubanos. Hemos perdido a un padre, a un líder, a un ejemplo de ser humano, no obstante, él nos enseñó a sobreponernos a los tiempos difíciles y a trabajar en pos de nuestras conquistas” declaró Pablo Álvarez Garrido, trabajador de la Empresa Eléctrica de Camagüey.  

Los médicos cubanos, estandartes de la solidaridad y del altruismo del pueblo cubano, también rindLa estudiante Cesia Arango Álvarez asegura que pondrá en alto las enseñanzas de Fidel.La estudiante Cesia Arango Álvarez asegura que pondrá en alto las enseñanzas de Fidel.ieron tributo al líder histórico. 

“Con mi profesión pondré en alto, sin importar el escenario en que me encuentre, las enseñanzas que nos transmitió Fidel”, compartió la estudiante de rehabilitación de la escuela de Ciencias Médicas Cesia Arango Álvarez, quien enfatizó que “la nueva generación continuará su camino y defenderá su legado”. 

A"Nuestro deber es hacer realidad su concepto de Revolución"."Nuestro deber es hacer realidad su concepto de Revolución".na Ivis Montalván, trabajadora del registro de la propiedad de Dirección Provincial de Justicia, sostenía una foto del fundador de la Revolución Cubana. Con una clara expresión de tristeza y la voz quebrada confesó: “este cuadro es mío y cuelga en un lugar importante de mi casa”.

De inmediato, conmovida,  aclaró que “el deber de nosotros los cubanos es hacer realidad el concepto de la palabra Revolución. Esa es la mejor manera en que podemos honrarlo”.  vive la provincia agramontina las hondas impresiones del fallecimiento de aquel ser que hizo posible la construcción de un país más justo y cuya memoria perdurará, por siempre, en la historia y en el corazón de sus ciudadanos.       

Así vive la provincia agramontina las hondas impresiones del fallecimiento de aquel ser que hizo posible la construcción de un país más justo y cuya memoria perdurará, por siempre, en la historia y en el corazón de sus ciudadanos.