CAMAGÜEY .- Los de mi generación, Comandante Invencible, cumplimos el sueño de tenerlo cerca y algunos, como este cronista, ganamos el privilegio de estrechar su mano, de compartir momentos inolvidables mientras cumplía misión internacionalista o antes de partir a alfabetizar…

Tantos recuerdos invadieron mi corazón cuando fotografié el féretro con sus cenizas en el tránsito por Camagüey hacia Santiago de Cuba, donde usted decidió descansar junto a Martí, a otros próceres y a sus compañeros de armas.

Compromiso mayor tienen los jóvenes de hoy y mañana de preservar la independencia y las conquistas que hemos ganado de pie durante más de medio siglo… así pensé con la llegada en los primeros días de enero a esta ciudad de la exposición El alma de la Revolución, encabezada con una enorme foto suya y que se mantendrá en la Casa de Cultura Ignacio Agramonte de esta ciudad todo enero, para continuar itinerario al Oriente de sus rebeldías cardinales.

La muestra con el hombre de barbas y uniforme verde olivo, que aún después de su desaparición física vive, y seguirá viviendo por y para los humildes y desposeídos de América y el mundo, cuenta con otras 57 fotos y 45 paneles. Ya ha sido visitada por numerosos turistas de diferentes países, alrededor de unas treinta escuelas primarias, jóvenes de otras enseñanzas y hombres y mujeres del pueblo.

El Líder Histórico, como el Guerrillero Heroico, son figuras que difícilmente surjan en siglos venideros y más difícil es ser como ellos. De Fidel dijo el cubano-argentino: “... Hizo más que nadie en Cuba para construir de la nada el aparato hoy formidable de la Revolución Cubana” De él dijo quien siempre fue el primero en todo: “Si queremos saber cómo deben ser nuestro hijos, tenemos que decir con el corazón de vehementes revolucionarios, ¡Qué sean como el Che!”

Quienes contemplen la exposición recordarán una vez más por qué a FIDEL siempre lo sabremos eterno.

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