CAMAGÜEY.- Corría el 12 de febrero de 1996, y el central Panamá enredó su molida entre problemas energéticos y otras averías industriales que no dejaban dormir a Mayra de la Cruz Marrero, primera administradora de un ingenio azucarero en la provincia de Camagüey.

¿Qué sucedió ese día?

“El Comandante había venido al acto del cumplimiento de la zafra en el “Cándido González” y me mandó a buscar para la casa de visita de la Carretera de Santa Cruz del Sur. Cuando estuve frente a él, tensa, nerviosa, ¿qué de bueno le iba a decir de mi ingenio si estábamos pasando por un mal momento?

“Fidel se dio cuenta y para relajarme me contó anécdotas de la Sierra Maestra, de sus compañeros de lucha, y de pronto me dijo: ‘te pareces a Teté Puebla, me gustaría que la conocieras’. Esas palabras me dieron ánimo, inspiraron mí confianza y ya después de almorzar con él y con quienes lo acompañaron, me sentí relajada y me pasó su brazo por mi hombro... es esta foto”, me la muestra con el rostro emocionado como aquel día.

“Más calmada me atreví a pedirle: ‘Comandante, quisiera que usted enviara un mensaje para los trabajadores del ‘Panamá’ y para que ellos me puedan creer que usted habló conmigo...’ y como no tenía a mano otra cosa que el file del parte diario de la zafra que llevaba con los datos para responderle sus preguntas que la mayoría se sabía de memoria, escribió: ‘Para los seguros vencedores del ‘Panamá’, un fuerte abrazo, Fidel Castro Ruz, 12 de febrero de 1996’, frase que hizo suya ese colectivo y el pueblo de Vertientes hasta hoy, cuando se avizora la cercana puesta en marcha del ingenio”.

--¿Conociste a la generala Teté Puebla?

--Tuve el privilegio de dialogar muchas veces con ella cuando era diputada de la sexta legislatura de la Asamblea Nacional.

El segundo encuentro, ¿cuándo sucedió? Mayra, busca entre las nueve fotos en colores con Fidel y me muestra en la que aparecen cinco elegantes féminas.

“En Cuba éramos solo cinco mujeres administradoras de centrales azucareros, y nos invitó a La Habana para celebrar el Día Internacional de la Mujer, junto a otras compañeras destacadas del país. A cada una nos entregó un ramo de flores y dedicó un espacio particular para conversar”.

--¿Qué conversaron?

--Habló de la confianza en la mujer cubana, de lo dura que era la tarea de administrar un central, de los horarios de los cambios de turno, y me transmitió la seguridad que tenía en los trabajadores del “Panamá” que, precisamente, ese año ejecutaron importantes modificaciones y reparaciones valederas para próximas contiendas. Hoy, gracias a la preservación de sus principales áreas, el central volverá a moler y se mantienen vigente sus palabras de aliento.

--¿Y la tercera vez?

--Fue el siguiente mes de abril en el Comité Central del Partido, en una reunión de trabajo con los cuadros del Ministerio del Azúcar, puedes imaginarte que estaba temblando, pero sentí doble orgullo por estar de nuevo delante de Fidel y porque ese día tuve la satisfacción de que el “Panamá” logró el 13 % del rendimiento industrial, el más alto del país.

“Estas fotos con Fidel son el amor de mi vida, de mis hijos y de mi familia”, apunta, y las vuelve a guardar con celo, en tanto enseña las de Vilma cuando visitó el central por última vez.

“Aquel día 27 de noviembre de 1998 es inolvidable. Yo era miembro del Comité Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas y de paso por el municipio quiso visitarme. Se impresionó muchísimo al recorrer el área de centrífugas y ver una modificación suya como ingeniera química, ejecutada en aquellas viejas máquinas.

“Recorrió la salita de historia que inauguramos con fotos de las visitas de Fidel, Torrijos, Raúl... y a la salida de la industria las federadas y la población de Vertientes, enterados de su presencia la recibieron con júbilo y algarabía.

“Ella pronunció unas palabras lindísimas de confianza en la Revolución y nos dijo que nunca perdiéramos de vista las conquistas socialistas que había que preservar, y aunque prometió estar físicamente el día de la arrancada del ingenio, estará, al igual que Fidel, junto a los ‘seguros vencedores del ’Panamá’.