CAMAGÜEY.- Dicen que en la mañana, cuando se abren las puertas de la fábrica es más imponente. De entre el silencio de las máquinas y el olor del hierro sobresalen su talla y su luz.

Cuando llegamos a la UEB de estructuras metálicas en la Empresa Militar Industrial Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz con el retumbar de las cortadoras y las chispas del oxicorte, en plena faena, su figura, por sobre tanto sudor de obrero, impresionaba.

Allí, donde 40 hombres hacen con el metal “cualquier cosa, lo que haga falta”, de una idea de Humberto Céspedes Pérez “nació” el Fidel que nos iluminó la vigilia al hombre amado.

La maravilla comenzó cuando Alain Pérez Suárez pintó al Gigante sobre una chapa con tiza tomando como modelo una foto.

“En menos de 24 horas lo hicimos, comentó Leonardo Bermúdez Núñez, yo corté los bordes. Al otro día lo revisamos para que quedara más bonito. Verlo en la Plaza fue impresionante, las personas alrededor de él… tenerlo aquí inspira —y los ojos le toman un brillo singular— es una sensación agradable... indescriptible”.

“No se preocupe que nunca se va a apagar, yo velo por eso”, aseguró tajantemente Héctor Manuel Martínez Mendoza, el electricista que montó las luces detrás de la placa enmarcada. “En medio de tanto dolor esta fue nuestra mayor ofrenda a él. Lo hicimos con mucho amor, batallamos toda la noche, sin descanso, para terminarlo antes del 1ro. de diciembre”.

Adiel Noda González tenía 20 años; le tocó doblar los bordes para enmarcar. “No preguntamos cuándo terminábamos, estuvimos casi un día en el taller, sin queja alguna”.

“Lo hicimos con el corazón, fue emocionante”, confesó Ridel Izquierdo Téllez, quien trabajó en la pintura de la obra. “Con él aquí es como tenerlo vivo”.

“Hicimos algo importante”, dice Damián Guerra Hernández mientras tamborilea con los dedos sobre el delantal de trabajo, “ver cómo impresionaba en la Plaza era un halago al trabajo que realizamos”.

La placa de tres milímetros de grosor y de 2 500 por 1 250 ilumina cada jornada de trabajo de estos muchachos en Planta Mecánica. Todos coincidieron en que “constituye una inspiración, un ejemplo”; y es cierto, hay ejemplos que forjan.