CAMAGÜEY- Con unos chinos hortaliceros conoció “Basultico”- hace algunas décadas atrás- los secretos de estos cultivos. “Darle la ‘comida’ y la atención que llevan las plantas y garantizar la semilla son las claves para tener buenos resultados” asegura este campesino camagüeyano, reconocido como uno de los mejores productores de verduras y hortalizas de toda la provincia en los últimos 20 años.
En su finca El Huerto, ubicada en el camino Maraguán, en las inmediaciones de la Circunvalación Norte de la capital provincial, Leonardo Basulto Rojas produce casi todas las semillas que utiliza: ajíes, habichuela, acelga, lechuga, perejil, pepino y cebollín. A esas variedades sumó en 2020 la obtención- por primera vez en la provincia- de 4.2 kilogramos de zanahoria Tropical NK-6, de la cual está a punto de recoger la floración de este año. Se encuentra empeñado además en multiplicar el sorgo blanco, maíz y un nuevo clon de yuca de buen rendimiento y ciclo de siete meses que obtuvo a partir de las variedades INIVIT E 80 + 1 y la yuca amarilla.
Este trabajo incesante le permitió al campesino, asociado a la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Cándido González Morales, sortear sin contratiempos la carencia de simientes que han vivido en los dos últimos calendarios los agricultores cubanos, como consecuencia de las dificultades que ha presentado el país para importar las mismas.
“La única que no produzco es la de remolacha porque no se da en estas condiciones de clima. Las que obtengo no son solo para mí, contribuyo con la cooperativa y con la Agricultura Urbana- Suburbana y Familiar. Pudiera aportar más pero de las seis hectáreas que tengo preparadas solo puedo regar dos porque, aunque tengo los sistemas, la potencia de la corriente que llega a la finca es muy mala y solo me permite conectar una turbina, la cual se me ha quemado varias veces por el bajo voltaje”, comentó.
EN LA SEMILLA ESTÁ LA SOBERANÍA
El déficit de semillas ha sido en los últimos tiempos uno de los principales problemas que ha enfrentado el Programa de Agricultura Urbana- Suburbana y Familiar, aseguró Idael Bencosme Ramírez, director del mismo en el municipio Camagüey, el mayor productor de hortalizas en la provincia.
“A partir de esta situación potenciamos la finca de semilla nuestra, ubicada en la localidad Las Cruces y estrechamos vínculos con dos buenos productores, con ‘Basultico’ y con Efrain Alonso Sifontes, agricultor de la comunidad La Lucha, ubicado en el poblado de Altagracia. Sumamos además en cada organopónico dos canteros con este fin. Estas acciones nos dieron como resultado que ya tengamos garantizadas las simientes de quimbombó, habichuela, pepino, acelga, lechuga, además de zanahoria para fin de año. Hoy el atraso está en el rábano, pues nos falló la germinación”.
Bencosme Ramírez aseguró que es muy difícil en el contexto actual de la pandemia recibir de otros lugares por lo tanto hay que crecer en su producción para poder sostener las 365 hectáreas que en el territorio se dedican a las verduras y hortalizas, entre ellos 41 organopónicos y 7 semiprotegidos. “Lo que cultivamos todavía en insuficiente ante la demanda de la población por lo que tenemos que sembrar más” puntualizó.
La finca de semillas de la Granja Urbana en el municipio Camagüey, ubicada en la localidad Las Cruces, tiene en explotación 3. 8 hectáreas para la obtención de simientes.
Según informó a Adelante Digital Javier Rodríguez Guerrero, jefe del mencionado programa a nivel provincial, entre las recolectadas y beneficiadas hasta el mes de junio ya suman poco más de 800 kilogramos de semillas, lo que representa casi el 50 por ciento de la que demandan para el año. “En esta estrategia tienen un papel importante las 11 fincas municipales pertenecientes a la Agricultura Urbana. Solo Najasa y Sibanicú no cuentan con las mismas. Hoy atenta contra el optimo aprovechamiento de estas parcelas la carencia de sistemas de riego, imprescindibles para tener cultivos bien desarrollados”.
El programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar en la provincia fomenta también el manejo agroecológico, que incluye el control biológico de las plagas, el empleo de trampas de color y olor, de materia orgánica, la siembra de barreras vivas y la utilización de los biofertilizantes. Los municipios Camagüey y Minas marcan la delantera de este programa en el territorio.
