De algo así quiero hablar hoy. Y para hacerlo, no pretendo ocultar el hecho de que Camagüey cayó 4-6 ante Sancti Spíritus, durante el primer duelo de la subserie entre ambos, que hasta el próximo lunes se estará desarrollando en el parque Cándido González.

Para ser justos se debe reconocer el merecimiento de los visitantes, quienes supieron defender su victoria y desde el mismo segundo inning salieron a buscar diferencias que a la postre serían lapidarias. Por su cuenta determinaron tres anotaciones en esa entrada, una en la cuarta y dos en la quinta. En total, seis llegadas al plato que les permitieron dominar el desafío apoyados por un batallador Yankiel Mauri, que lanzó toda la ruta y terminó anotándose su segunda victoria del novel campeonato.

Para la tropa del mánager “Roly” Hernández la historia fue menos feliz. Amén de la derrota, los nuestros se distinguieron por las oportunidades perdidas y las imprecisiones en el corrido de las bases, que al final vinieron a influir tanto o más que los buenos envíos del serpentinero rival.

Hasta el comienzo del octavo los tricolores solo habían conseguido pisar la goma en par de oportunidades, sin mayor motivo de intranquilidad que un soberano cuadrangular de foul disparado por el designado y cuarto bate Yoel Darce, con dos hombres en circulación.

Sería en esa entrada que llegarían las otras dos embestidas de los Toros; precisamente Darce se encargaría de abrir la cuenta gracias sucesivos boletos a su nombre y el de Dariel Avilés, sencillos de Leonel Segura (impulsor) y Leonel Moa, y “roleta” también impulsadora de Jorge Luis Álvarez. En definitiva, dos carreras (cuatro en todo el desafío) que muy bien pudieran haber sido al menos una más.

Ya concluyendo retomo la idea inicial, pues en concreto ¿qué de significativo puede señalársele a este partido que archivamos como derrota? Respondo que todo radica en un hombre: Yoel Darce, y sus innegables potencialidades madero en ristre.

Para no extenderme en explicaciones que ahora mismo pudieran carecer de toda la fundamentación necesaria solo apunto el hecho de que esta tarde nuestro cuarto hombre en la tanda archivó tres bases por bolas y un soberano doble entre las praderas del central y el izquierdo (su quinto extra base del torneo, líder). Súmele a eso un buen somatotipo y muchas ganas de jugar, y creo que se tendrá una idea de por qué conviene seguirlo de cerca. Darce promete, incluso cuando –como hoy– la derrota es el resultado del día.


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