Así lo confirmaron los dos partidos escenificados este jueves en el estadio Cándido González, en los que se vieron unas cuentas buenas jugadas y asomó la “oreja peluda” de algunos de los problemas que desde antaño ha arrastrado la pelota lugareña.

Antes de volver sobre ellos, los resultados de la fecha. A primera hora Camagüey y Sierra de Cubitas reeditaron el duelo finalista de la 39ª serie, que esta vez volvió a terminar con victoria para los Príncipes 4-3. El éxito fue para el refuerzo vertientino Yasmani Rosabal y la derrota a la cuenta de Reinier Corps.

Ya en el segundo compromiso Carlos Pérez se encargó de mantener amordazados a los Lobos de Esmeralda durante cinco capítulos para sonreír 5-0; el mineño Onelio Carmenates salió cabizbajo ante los embates de la Academia, que en los dos primeros capítulos facturó cuatro anotaciones.

Para este vienes el calendario anuncia los compromisos entre Esmeralda y Camagüey, y los Criollos de la Academia y Sierra de Cubitas, este último desde las 7:15 de la noche.

Volviendo a lo cualitativo, el tema más espinoso para Camagüey sigue siendo la producción ofensiva. Y no solo por la cantidad de imparables o la solidez de las conexiones; la impulsión de carreras parece destinada a ser el punto crítico de este certamen (como antes lo fue en la “Nacional” o en la lid doméstica). De ello dan fe los marcadores de esta primera fecha, pero sobre todo la actitud de los bateadores a la hora enfrentar su turno en el cajón: la mayoría apuestan por swines de jonrón, incluso cuando los lanzadores rivales se muestran claramente dominantes.

Otro aspecto en sombras fue el corrido de las bases, un acápite en el que ni siquiera los “académicos” las tienen todas consigo y que en años anteriores le costó a los Toros unas cuantas carreras.

Entrando en prados más promisorios la mejor noticia de la tarde estuvo a cargo de la defensa, un área de desempeño que mucho puede aportar en las aspiraciones tricolores de cara la 55ª Serie Nacional. Sin lanzar campanas a vuelo, vale reconocer unas cuentas jugadas entre las vistas sobre la grama del Coloso de la Avenida 26 de Julio, no solo en el infield sino también en los jardines.

Son solo algunos de los apuntes que quedan para entender la Liga que comienza y el previsible año beisbolero que pudiera enfrentar nuestra franquicia, luego de terminar en la última campaña ocupando la última posición. Quien quita que la LAB sea el primer paso; por lo pronto, conviene seguirla de cerca.

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