CAMAGÜEY.- Desde el 26 de marzo pasado, la Federación Internacional de Atletismo (IAFF por sus siglas en inglés) detuvo el proceso clasificatorio para los Juegos Olímpicos a causa de la COVID-19, pero ya anunció su reapertura el próximo 1ro. de diciembre. Por tal motivo, 21 atletas de la preselección nacional de campo y pista, cuya nómina real es de 33, establecieron su campamento en nuestra ciudad y ya dan los primeros pasos del nuevo camino estival.

Entre ellos destaca el grupo de 14 clasificados para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 que incluye al saltador camagüeyano Juan Miguel Echevarría, la pertiguista pinareña Yarisley Silva y las discóbolas Yaimé Pérez y Denia Caballero, principales candidatos a subir al podio en agosto próximo. También se espera mucho de quienes todavía no tienen marcas válidas para la cita, principalmente de Yorgelis Rodríguez y Adriana Muñoz, representantes de las pruebas combinadas.

Además, Roxana Gómez y Lismeidis Veitía tratarán de sacar el pasaje que ya tienen sus compañeras Rose Mary Almanza y Suliam Hechevarría, ya sea individualmente o como miembros del relevo 4x400 femenino. Todos hablan muy bien de las condiciones que se les han preparado en Camagüey para afrontar el complejo sistema de preparación preolímpico.

En el hotel Puerto Príncipe, la EIDE Cerro Pelado, la academia de gimnástica y la pista Rafael Fortún se tomaron las medidas sanitarias para minimizar el riesgo de contagio del nuevo coronavirus y se garantizaron los implementos necesarios para los entrenamientos.

Daniel Osorio, jefe técnico de la Comisión Nacional de Atletismo, informó a Adelante que “en las dos pasadas semanas se realizaron los diagnósticos físicos, psicológicos y de salud para saber el estado de cada uno después de un parón tan amplio. Afortunadamente ninguno está lesionado y la inmensa mayoría se encuentra en el estado físico que esperábamos tras cumplir con los planes de ejercicios que se les indicaron para la etapa de cuarentena”.

La estructura de preparación diseñada por los especialistas cubanos comenzó este 7 de septiembre y está dirigida a que más competidores alcancen las marcas olímpicas cuando se realicen los eventos nacionales de alto rendimiento a partir de febrero.

En el panorama internacional ya se organizan torneos, pero por ahora no interesan a los preparadores de la preselección, quienes tienen la vista puesta en el cierre de la temporada invernal, el Campeonato Mundial Bajo Techo y el Mundial de Relevos, este último con la intención de clasificar el relevo corto masculino y el largo de las mujeres.

En la etapa veraniega se buscarían los topes en el rendimiento de cada atleta para alcanzar las metas que se esperan en la capital japonesa, donde el atletismo debe aportar alrededor de cuatro medallas a la delegación cubana.