CAMAGÜEY.- Sin ponerse pantalones cortos, José “Pepito” Ramírez se convirtió en una leyenda del baloncesto cubano. Fue miembro del colectivo técnico que preparó al elenco nacional femenino ganador de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Munich 1972. Como director interino, luego consiguió oros en los Centroamericanos y del Caribe de Maracaibo 1998, los Panamericanos de Winnipeg 1999 y el preolímpico de ese mismo año. Hasta el 2004 estuvo arrasando con sus muchachas en cuanto torneo se organizó en nuestra área geográfica, incluyendo los Panamericanos de Santo Domingo 2003. Cuando aceptó ponerse la corbata de Comisionado Nacional, muchos pensaron que su carrera de coach había finalizado. Sin embargo, este año volvió a tomar la tablilla para dirigir al conjunto masculino a los centrocaribeños de Barranquilla. ¿El resultado?, una memorable presea bronceada.

Como metodólogo de la Comisión y seleccionador del “Cuba”, Pepito llegó esta semana a nuestra provincia para presenciar las acciones del zonal central del Torneo Nacional de Ascenso. Sobre la calidad del evento, comenzó la conversación con Adelante Digital.

“Este año he visto mejorías técnicas porque se han rescatado entrenadores de experiencia que no estaban trabajando con el alto rendimiento. Los equipos de la región, por ejemplo, tienen directores de mucha calidad, que se toman muy en serio su superación y sus carreras. Vengo del territorio oriental, donde hay dos equipos muy por debajo del nivel de la competencia: Holguín y Granma, al extremo de perder con el segundo elenco santiaguero, que se incluyó para completar los seis contendientes. Allá hay solo un jugador matriculado en la preselección nacional, mientras que aquí son seis: los espirituanos Mario Troyano y Yoanki Mencía, los avileños German Luis Clark y Yaser Rodríguez, el villaclareño Joel Cubillas y el camagüeyano Carlos César Villegas”.

Foto: Del autorFoto: Del autor—Seguro a su llegada le sorprendió el estado de la tabla general...

—Sancti Spíritus ha trabajado mucho en la base y su equipo tuvo una buena preparación para este TNA, por eso pudo vencer a los favoritos. Están en óptimas condiciones físicas y se enfocaron en buscar el resultado favorable. Camagüey tiene una excelente nómina, con atletas de impacto, aunque deben organizarse mejor y aprovechar la “localía”. Ciego de Ávila no hizo un buen papel pese a tener deportistas experimentados y un preparador de la selección nacional, y se quedaron fuera de la LSB por primera vez. Ellos tendrán que hacer análisis a lo interno.

—Hace tres años, cuando aún era Comisionado, abrió el capítulo de contrataciones de atletas cubanos en el exterior, ¿cómo ve ese proceso ahora?

—Hemos llegado a un acuerdo con el representante de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) y los de la liga argentina para enviar a nuestros mejores talentos jóvenes. Los muchachos comienzan en la división para menores de 23 años y según sus resultados suben a los equipos de mayores. Apostamos por ellos porque así ganan en su desarrollo técnico-táctico y suman experiencia competitiva. Algunos jugadores han gestionado contrataciones personalmente y han salido con la autorización de nuestra Federación. En el campeonato nacional de El Salvador también actúan cubanos, la mayoría rebasa los 30 años de edad, pero nuestra aspiración es que los mejores jueguen en la liga argentina, una de las primeras del continente.

“En el país nunca faltará la materia prima para desarrollar nuestra disciplina, por eso la estamos gestionando a largo plazo. El nuestro es un baloncesto del futuro”.