Era la segunda ocasión que Winnipeg servía de sede a la fiesta deportiva     luego de organizar esa justa en 1967-,  cuando los atletas cubanos conquistaron 69 preseas de oro, 39 de plata y 47 de bronce, en dura porfía con Canadá (64-52-80).

   Como ya se hacía habitual en ese tipo de certámenes, Estados Unidos (106-110-80) dominó por países sin demasiados problemas.

   La isla caribeña disminuyó en 43 su cosecha de títulos -con respecto a Mar del Plata 1995-, resultados conseguidos a pesar de acosos políticos en medios de prensa y dudosas pruebas antidopaje que afectaron a la delegación.
   El caso más connotado fue el de Javier Sotomayor, multirrecordista y campeón en salto de altura, a quien se le atribuyó uso de cocaína, sustancia que en nada ayuda a mejorar el rendimiento de su especialidad.

   Por tal motivo, le fue negada la victoria, en lo que sería su cuarta corona sucesiva, decisión que benefició a dos representantes locales que habían quedado empatados en la segunda plaza, y por ende se llevaron el oro por partida doble.


   Además, a causa de esa sanción, los estadounidenses ganaron el atletismo de forma general, disciplina que hubieran perdido frente a Cuba por tercera vez seguida.

   A pesar de esa injusticia, la mayor de las Antillas tendría muchas alegrías en deportes de combate como el boxeo, la esgrima y el judo; en tanto el equipo masculino de gimnasia artística dominó ampliamente esa modalidad.

   Por ejemplo, los pugilistas volvieron a reinar sobre el cuadrilátero, esta vez con nueve metales áureos, y el aporte de los titulares olímpicos Maikro Romero, de los 48 kilogramos, y Mario Kindelán (60).

   En el caso de los esgrimistas y judocas también contribuyeron a la cosecha con nueve cetros; mientras que el atletismo (10) proporcionó la cifra máxima.


   Esos momentos felices se verían acrecentados con el triunfo del elenco de béisbol, que de esa forma subía a lo más alto del podio por octava ocasión consecutiva.

   En esa cita continental, los peloteros cubanos supieron demostrar todo su talento y calidad en una lid que contó con la participación de los profesionales.


   Victorias ante los anfitriones en semifinales y frente a Estados Unidos en la discusión del oro, propiciaron que la ansiada corona quedara otra vez en poder de la Isla.

   También relacionado con las disciplinas colectivas, Cuba sumó éxitos en el balonmano -cuarto al hilo- y voleibol masculinos, a lo que se unió el cetro de la selección femenina de baloncesto.

   A los Juegos Panamericanos de Winnipeg asistieron cuatro mil 949 atletas  -compitieron en 38 deportes-, en representación de las 42 naciones miembros de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA).

   Santo Domingo, capital de República Dominicana, debutaría como organizadora del evento en 2003.


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