Solo Mingollo Pérez, ese ratón rumbero y enamorado pudo ganarse su corazón y el de todos los pequeños y adultos reunidos en el Parque Camilo Cienfuegos. La verdad es que fue pura suerte porque aunque sabe que no es bonita, no importa, pues de enamorados tiene una escolta.

Entre cuentos, juegos y canciones las laboriosas abejas de La Colmenita hicieron reír a los infantes que no repararon en días ni en fechas porque para ellos cada jornada es de los niños, aunque los grandes se empeñen en decir que es el tercer domingo de julio.

Ya se ha hecho habitual que la tropa de Carlos Alberto Cremata se dé una vuelta de vez en cuando por Camagüey. Hasta la Finca Turiño en el municipio Minas llegaron, desafiando las distancias porque aunque sean de la capital no se quedan en ella. El proyecto “Las payasitas terapéuticas” se dio un saltico por el hospital pediátrico Eduardo Agramonte Piña, y en el parque de diversiones la compañía teatral hizo de las suyas.

Como en cada una de sus presentaciones, la colmena no fue únicamente para las abejas, siempre hubo espacio, y mucho, para todo el que quiso disfrutar de esa magia que solo los niños saben tener.

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