Camagüey.- Ser musicóloga en Camagüey ha sido la pieza más compleja de tocar para Heidy Cepero Recoder, pero esta investigadora, profesora y madre se reta a sí misma porque sabe que, con expresión martiana, “a las estrellas no se sube por caminos llanos”.

Nunca se ha conformado con lo que le dicen, porque la constante indagación resulta vital para acrecentar el conocimiento. Lo anterior explica su rápido merecimiento del título de Máster en Cultura Latinoamericana y sus premios en eventos teóricos de carácter nacional como el Memoria Nuestra, de las Romerías de Mayo, con sede en Holguín.

 Foto: Cortesía de la entrevistada Foto: Cortesía de la entrevistadaCon el despliegue cotidiano, Heidy Cepero Recoder insiste en el compromiso con la cultura cubana, especialmente desde la responsabilidad como jefa de la sección de Crítica e Investigación, de la filial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Camagüey.

Aprovechas todo espacio para socializar los resultados de tus estudios. ¿Qué llevas al Simposio Internacional Cubadisco 2017?

—De conjunto con la máster Ángela María Benítez Quevedo presentaré un trabajo sobre el movimiento de la Nueva Trova de Camagüey, de cuatro décadas atrás cuando hizo confluir a jóvenes que, como hoy, participaban en las peñas, conciertos y hasta en los parques junto a los estudiantes universitarios e intelectuales de otras ramas del arte y la literatura. Se trata de una época hermosa dentro de la historia de la música y de la que, desgraciadamente, no quedó grabado casi nada, porque la industria del disco no tenía el desarrollo alcanzado en la actualidad.

¿Cuánto implica ser musicóloga en Camagüey?

—Mucho compromiso y responsabilidad, porque al ser tan pocos en la provincia me obliga a investigar varios temas de la música que me eran ajenos, y hacerlo con mucha seriedad y profesionalismo ya que cuando presento los resultados en los eventos nacionales, represento a mi región como especialista.

¿Ejerces la crítica musical como deseas?

—No, me gustaría poder publicar más en la prensa escrita y digital, pero en estos últimos años mi dinámica de vida no me permite asistir a todos los eventos musicales que suceden en nuestra ciudad, y fuera de ella…

¿Qué te preocupa de tus estudiantes?

—Me preocupa mucho que no profundicen en los contenidos de las asignaturas, que no aprovechen al máximo esa etapa de estudiante donde abordan temas que luego al seguir o comenzar en los proyectos donde laboran, no van a abordar más nunca. Combato mucho la pasividad de quienes se conforman con lo que dice el profesor en clases y no buscan más allá en la bibliografía existente. Les inculco cada día que mientras más conocimientos culturales y generales tengan, mejores músicos e intérpretes serán.

Desarrollas una línea investigativa que vindica a voces marginadas en la historia. ¿Por qué te interesan los portadores naturales de folclor?

—Me interesan los portadores porque son los que tienen el conocimiento cultural en la sangre, y lo expresan de forma espontánea. Esas agrupaciones aun hoy no tienen el lugar que merecen dentro de la política cultural de nuestro país. Todavía vemos que los grupos folclóricos montan sus espectáculos a partir de los cantos, toques y bailes de esos portadores, y disfrutan los viajes y los éxitos internacionales, que los originales merecen con más razón. Es necesario potenciar la visibilidad y una mayor promoción a esos cultores porque representan esa diversidad de expresiones musicales y danzarias que forman parte de la identidad cultural cubana. Somos una mezcla de todos ellos.

Has sido una miembro activa de la Asociación Hermano Saíz, ¿te ofrece la promoción en la justa medida?

—La Asociación ha sido para mí un apoyo esencial en el desarrollo de mi carrera. Es una plataforma de promoción que cada joven debería tener para encauzar su obra.

Ahora te desempeñas como jefa de la sección que en Camagüey ha disparado alarmas porque la integran pocos, aunque eso no significa que no haya potencial de críticos e investigadores. ¿Qué estrategias propones para sumar esos jóvenes a la AHS?

—Como organización tenemos que todavía acercarnos más a los centros de educación superior. En la Universidad de las Artes, en la de Ciencias Pedagógicas, y en la de Ciencias exactas y también sociales y humanísticas está la cantera de críticos e investigadores. Incluso algunos camagüeyanos que estudian en otras universidades del país y luego retornan, y pueden ser futuros miembros. Hay que estar en constante búsqueda para atraer a ese talento joven.

Participaste en el 2do Congreso de la AHS. Entre los acuerdos del 2013 y la realidad, ¿cuánto falta por cumplir, de lo esencial?

—Pienso que tenemos que seguir apoyando a los jóvenes, facilitarle el camino para su desarrollo y la promoción de su obra, a esos asociados que todavía desconocen un poco nuestra organización. Además debemos extender y visibilizar cada uno de nuestros eventos, becas y premios para que el joven talentoso, sobre todo el que no es miembro los conozca y participe, pues es una manera de potenciar el crecimiento. De esa manera estaremos logrando uno de los objetivos del pasado Congreso: ser una organización revolucionadora, de vanguardia y de calidad.