CAMAGÜEY.- La Semana de la Cultura sigue en apogeo, con sus espacios habituales y sus novedades, con las ausencias de quienes ya no están en este mundo y hemos de devolver vivos al presente, con el empuje de una realidad que nos demanda buenas prácticas humanas.

Así se han movido las jornadas desde el primero de febrero, con expresiones de todo tipo,   del pensamiento a la ejecución artística, desde el ejercicio académico a la efervescencia de las tradiciones naturales, que solo es posible comprender y contener desde la lectura de lo simbólico. Apliquémoslo a varios ejemplos.

El regalo de la canastilla a Yaineris de la Caridad Jiménez Costilla, primer bebé nacido el dos de febrero, día del cumpleaños de la villa; es celebrar la ciudad –y más atrás, el asentamiento primigenio-- como la vida.

¿Cuál es la manera justa de corresponder a la cultura secular en una semana?, preguntamos cada año. Este, tomamos el consejo de Mildred de la Torre Molina, invitada al iluminador Encuentro de Escritores: “Sostenerlo en el recuerdo y reproducirlo en la creación”.

Fotos: Otilio Rivero ,Orlando Durán ,Leandro Pérez / Adelante