CAMAGÜEY.- Un mayor vínculo entre los autores, la intensificación de las lecturas de los jóvenes y la proyección hacia afuera de la sede destacaron entre las aspiraciones de la mesa por el aniversario XXX del Encuentro de Escritores Camagüeyanos, que culminó hoy.

Élida Gil fue la primera persona recordada, porque en su rol de directora de la Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella propició el surgimiento de ese evento donde han confluido escritores, historiadores, periodistas y de especialidades humanísticas.

“Recordar es importante para la memoria no solo de la biblioteca sino de la historia del proceso cultural del territorio”, sostuvo Olga García Yero, quien habló con nostalgia del ambiente agradable alrededor de la fuente del patio cuando tenía agua y pétalos de rosas.

Otros escritores evocados fueron Rómulo Loredo, Enrique Cirules, Luis Suardíaz, Manuel Villabella, Juan Ramírez Pellerano, Mariano Rodríguez, Noel Navarro, Miguel Mejides, Efraín Morciego, Rigoberto Cruz y Manuel Granados.

“La biblioteca ha sido un centro receptor y difusor de la cultura. Mantuvo contra viento y marea el evento, porque hace falta encontrarse, valorar y recordar. Es de las pequeñas hazañas que nutren la espiritualidad de un pueblo”, dijo el poeta Ernesto Agüero.

En la última jornada, un conversatorio celebró el centenario de la revista Carteles, en el Pisto Camagüeyano varios autores comentaron de sus proyectos de libros para niños, y la lectura de prosa estuvo a cargo de Yoandra Santana y Jhortensia Espineta.

Esta edición culminó con un concierto del Coro Vocal Desandann, una de las agrupaciones que junto a la Orquesta de Cámara y la Banda Provincial de Conciertos tuvo espacio dentro del programa.