CAMAGÜEY.- Lidis Lamorú insiste en acompañarnos en cada febrero, justo cuando celebramos con más fuerza la Villa que nos tocó, y amamos…

Por eso en su amplio programa por barrios y escenarios de más “gala” durante la Semana de la Cultura, no podía faltar el encuentro con quienes no pueden halar de la saya a mamá o perretearle a papá para disfrutarla: niños hospitalizados en el Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña. Ella fue hasta ellos.

Fue allí donde María Eduarda Piedra Duvergel se presentó y autoproclamó representante de la (otra) artista. María Eduarda está escapá, la definieron en el público. Y concordé. Su enfermedad, de raro nombre, Crohn, y la otra que le investigan, no le disminuye su alegría ni los desenfados, muy a pesar de sus seis meses de ingreso hospitalario. “Es la mascota del hospital”, me explica su doctora Bárbara Maité Carmenates Álvarez para que entienda sobre su “popularidad”.

Y quizás por reconocerle sus dotes artísticos fue que Lidis le cedió los micrófonos para su interpretación de Los pollitos dicen. Talentosa fue, como impresiona toda ella. “Aplausos y bullita para María Eduarda”, alienta la (otra) anfitriona.

Con Luz y corazón, canción que da nombre a su octavo disco, próximo a salir con la discográfica Bis Music, comenzó la presentación que siguió con otros títulos como El gatico Victorino, Por una sonrisa, Con la puntica de los pies, y la muy solicitada Don Lagartijo, entre otras.

“Creo que con estas melodías puedo trasmitirles mucha luz y corazón, que es el mejor regalo que puedo hacerles”, y parece que el pequeño Esteban Turro del Toro recibió mucho de eso que aún a sus seis meses de vida no conoce. Con la tranquilidad que no le había descubierto atendió y sonrió desde el regazo de su mamá. ¿O es que ya aprendió toda la materia con tanto esmero en los cuidados? Para el “Agramonte Piña” llevaron él y su mami Yamilka su vida desde que nació. Nunca mejor empleado el sustantivo para ambos. Su insuficiencia renal espera cirugía para la semana próxima.

Dos discos, La magia de los sueños y Por una sonrisa, obsequió Lidis al hospital para que “todos mis besitos y mis canciones se queden aquí, con ustedes y los demás niños que vengan; yo quiero abrazarlos siempre a través de mi música”.