Los que asistimos a la presentación de su primera novela de ficción para adultos, Lamento y Perdón, pudimos constatar la fiebre de cronistas que sufre Villavicencio.

Desde su infancia en el barrio “La Mascota”, en la ciudad de Camagüey, descubrió que tenía la necesidad de escribir lo que sentía. Intentó poesía y hasta canciones, pero más tarde en la soledad de una celda en Somalia, donde pasó más de 10 años encerrado, supo que “lo suyo era contar historias”. De regreso a Cuba nos regaló ese magistral testimonio titulado Reto a la Soledad, en cuyas líneas aprendemos a valorar cada minuto de la vida de un hombre que se nos antoja universal.

Hasta ahora sus textos de ficción estuvieron dirigidos a niños y jóvenes, para quienes entregó, entre otros, Wendy y el Duque Pedro y El reino embrujado. Sin embargo ahora pretende a través de Lamento y Perdón, ediciones Ácana, desnudar los conflictos más carnales de nuestra sociedad. A decir de Cardoso Villavicencio “Fernando -el protagonista- dibuja las miserias y virtudes de una época tan difícil para nuestra sociedad como fue el inicio del Período Especial.”

Desde la primera jornada de la Feria del Libro Camagüey 2015 es uno de los títulos más solicitados. En sus páginas los lectores de esta provincia esperan encontrarse y entenderse como seres humanos. La reputación de escritor sencillo y realista del también oficial de las FAR y su cercanía al contexto local, hacen a Lamento y Perdón un texto especialmente cotizado.

Firmar autógrafos no es lo suyo, prefiere conversar -apoyando su mano en el hombro del interlocutor- con todo el que se le acerca a preguntar sobre el libro. Siempre tiene una historia del barrio, de la adolescencia o del presidio para hacernos reír y pensar. Por estos días los camagüeyanos tienen el placer de compartir, en el marco de la Feria del Libro, con Orlando Cardoso Villavicencio, un Coronel de carne y hueso.

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