Camagüey.- Dawlyn William mereció el Gran Premio del concurso para jóvenes intérpretes del XIV Festival Boleros de Oro, clausurado ayer en esta ciudad, luego de tres jornadas de lujo a puro sentimiento.

De los ocho aspirantes sobresalió por su defensa de Llora, tema de Marta Valdés, acompañado por la orquesta ocasional y el trompetista Randy Rodríguez, en el Teatro de la Academia de las Artes Vicentina de la Torre.

“Siempre me gustó la canción, el bolero, aunque me he inclinado incluso en la composición por la novísima trova”, declaró a Adelante digital este miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

Dawlyn se dedica al trabajo vocal desde hace tres años en el grupo Son Entero y hace de cantaor y arreglista en la agrupación flamenca Andarte; integra la Orquesta de Guitarras Santa María Ex-corde y comenzó su carrera como bajista de Ksave Blues.

El jurado otorgó un primer premio a Jesús Alejandro Saborí, y menciones a Ramón Utria y a Carlos Adán de la Torre, en una edición en la que fueron reconocidos los invitados Paz Luaces, Leyanis López y Héctor Tellez.

“Es bueno incentivar a la nueva generación para que siga cultivando el bolero, aunque hagan música diferente para agradar a otras personas, pero el bolero no pasa de moda. En Camagüey va a seguir creciendo y le auguro muchas cosas buenas”, afirmó Leyanis López, con cerca de 30 años de trayectoria profesional.

Héctor Tellez, ídolo de la llamada Década Prodigiosa, que en agosto cumplirá 55 años de carrera y 71 de edad, agradeció la hospitalidad y fue rotundo: “El bolero es una de las manifestaciones musicales donde pueden expresar de verdad un sentimiento, con esto no niego que en otro no, pero el bolero es muy factible a eso. Su público siempre está, no le falla al buen gusto y buen gusto quiere decir bolero”.

En la gala compartieron escenario Nené Álvarez y su Conjunto de Camacho, homenajeados en el Festival, y acompañantes del boricua César Moreno, invitado internacional: “En este momento no hay un puertorriqueño más dichoso que yo”, y abrazó a Nené como a Camagüey.

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