“Empecé como bailarín clásico pero según mi carrera fue avanzando me metí más en lo contemporáneo, y como coreógrafo mezclo las dos cosas”, contó a Adelante digital.

Desde el viernes ha merecido prolongados aplausos en Camagüey, por sus estrenos con el Ballet Contemporáneo Endedans y con el Ballet de Camagüey, la segunda compañía clásica más importante de Cuba.

“Cuando vine para Momentos en el viento (2014), me enamoré de la ciudad, de Endedans, de la sensibilidad del camagüeyano”, confesó.

Además ha ofrecido clases en la Academia Vicentina de la Torre, entre otras razones porque “me interesa el futuro, cómo enamorar y mantener aquí a sus bailarines, para que Camagüey sea una ciudad internacional de la danza. Todo se queda en la habana, los productores van allá y allá se quedan las posibilidades. Yo quiero cambiar todo eso”.

Con el Ballet Contemporáneo ahora representa Medianoche, una obra de juventud que acontece en una suerte de discoteca, animada con música de tango llevada a la electrónica.

También Endedans, con la que colabora como coreógrafo desde el 2014, interpreta Retrato, pieza muy teatral, con temas franceses, divertida, y expuesta ahora a la crítica nacional e internacional.

Asimismo, con música de Frank Fernández, el público puede valorar Soledad, primera colaboración de Pedro Ruiz con el Ballet de Camagüey, que rompe barreras entre lo clásico y lo contemporáneo.

“Vivimos un mundo diferente, donde los bailarines tienen que ser completos, abiertos, ser como un buen carpintero, con muchas herramientas alrededor. Lo clásico me gusta muchísimo, pero tiene sus límites. Me siento orgulloso y agradezco a Regina Balaguer que me haya abierto las puertas del Ballet de Camagüey”.

Soledad fue defendida el año pasado por alumnos de la Escuela Nacional de Arte, durante la Bienal de la Habana, y contó con la música interpretada en vivo por el pianista cubano Frank Fernández.

Pedro Ruiz confirmó la selección de Jesús Arias Pagés y Armando Gómez Briydson para bailar Abrazo perdurable –que ahora reponen-- en el Fire Island Dance Festival.

“Los muchachos están preparados para defender esto y como buen papá ya los empiezo a soltar al mundo”, dijo al referirse a ambos jóvenes, merecedores en 2015 de un reconocimiento especial del ucraniano estrella mundial Vladimir Malakhov.

Esa noticia significa la primera vez de Cuba en el Festival Internacional de la Danza de los Estados Unidos, y de Endedans en ese país.

Elizabeth Roxas-Dobrish es mi primera invitada a la compañía como coreógrafa internacional, siguiendo los pasos y mi misión con el Proyecto Ventana (The Windows Project) --fundado en el 2010--, de unir lazos de Estados Unidos y Cuba, a través de la danza, con acciones de comunicación cultural y educativa”, afirmó.

En el programa que Endedans presenta hasta hoy en el Teatro Principal figura Altibajos, coreografía de Roxas-Dobrish, exbailarina del Alvin Ailey American Dance Theater, que emplea la Técnica Horton.

Acerca de la compañía que fundara hace 13 años Tania Vergara, y ahora dirige Yaylín Ortíz Clavería, concluyó que “hay nuevas energías, muchas ganas de trabajar y seguir adelante”.

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