CAMAGÜEY.- El ex bailarín clásico y artista de la plástica Alberto Piloto Pedroso, fundador del Ballet de Camagüey, aglutina en una muestra personal su sentido de la danza y la visualidad, a propósito del medio siglo de esa compañía.

La exposición de pintura, escultura, instalación y cerámica, denominada El arte de dos vidas. Dos vidas desde el arte, quedó abierta anoche en la Galería de la Fundación Caguayo, en esta ciudad.

En plena calle República, ante Aurora Bosch, Joya Cubana del Ballet, y un público conocedor de la danza sorprendió a los actuales bailarines del Ballet de Camagüey, al convocarlos para hacer el tendu, ese paso que luce simple aunque sea trabajoso de lograr, y resulta el principio de infinidad de movimientos.

“Lo que bien se aprende jamás se olvida. Por pintar paso mucho tiempo sentado en una silla, una función sedentaria, pero adentro está el bailarín. Un tendu es un tendu con una barriga de este tamaño, y tienes que poner las caderas y los hombros como van”, dijo a Adelante Digital.

Piloto bailó durante 20 años en la compañía fundada por Vicentina de la Torre, alcanzó la categoría de primer bailarín de carácter, e interpetó roles como el de Mamá Simone en La Fille Mal Gardée, Coppelio en Ballet Coppelia, y Jesús Menéndez en Elegías Antillanas.

Al retirarse, en la década de los ‘80, emprendió nueva carrera desde otro universo creativo, por eso con El arte de dos vidas. Dos vidas desde el arte celebra sus 35 años de trayectoria en las artes plásticas, y además rinde homenaje a la visión y a la sensibilidad artística de Fidel Castro.