Este domingo, el Teatro Principal descorrerá sus cortinas a la cinco de la tarde, para una presentación de lujo. El cantante interpretará la mayoría de los 17 temas del repertorio, todos compuestos por Silvio, acompañado por Sinfónica de Camagüey. Ha implicado al Coro Profesional de la provincia y al trovador lugareño Harold Díaz Pedraza. También se dedicará un momento al homenaje del joven guitarrista camagüeyano Pedro Armando Junco Torres, victimado en mayo.

“Es un proyecto de música popular, pero complicado. Le quisimos imprimir un toque de diversidad porque es importante que la gente se recree en el sonido sinfónico. Hay como un hit parade y canciones menos conocidas. Se llevarán una tarde maravillosa”, aseguró el autor de Cuando yo sea grande.

Augusto Enriquez recordó que el concierto formaba parte de su gira por Cuba con la Sinfónica Nacional en el 2013, pero no pudieron tocarlo aquí por razones ajenas a su voluntad. Aunque no lo confirmó, la actuación pudiera significar su celebración de 30 años de vida artística, a los que no ha dedicado ni un “cake”.

Pérez Mesa explicó a la prensa las complejidades del repertorio, afrontado ya por tres orquestas –contando la de Holguín--, con la seriedad de una sinfonía de Beethoven. También calificó de “prácticamente clases magistrales”, los arreglos hechos por jóvenes, y ponderó la utilización del coro, porque tiene una presencia en los arreglos, y no es solo un color en la orquestación.

“Son pocas notas pero todas están muy bien puestas y hay que tocarlas en el lugar”, indicó el consagrado director de la Sinfónica Nacional al sostener: “Camagüey se merece este concierto, porque para mí es una de las plazas culturales más importantes del país. Las canciones de Silvio no pierden la moda”.

“Es una de las formas de ofrecer una cultura de calidad. La educación de un público, de un país, tiene mucho que ver con este tipo de conciertos. También es un trabajo bonito para las orquestas, porque se trata de la buena música. La música popular cubana hay que respetarla tanto como la música clásica. El día que tengamos eso, tendremos mejores espectáculos”, concluyó Pérez Mesa, quien suma 35 años de trayectoria profesional.

Acerca del Coro, su nueva líder Anaday Díaz Alés refirió el encargo de no defraudar la canción de Silvio, a través de El necio, Mariposa, Por quien merece amor, En el jardín de la noche, La gota de rocío, Te doy una canción, Llover sobre mojado y Fronteras. “La idea de verlo en una versión macro es toda una expectativa. Puede ser maravilloso”, subrayó la directora de la agrupación de 54 años, ponderada recientemente en el XXXI Festival Internacional de Coros de Santiago de Cuba.

Harold Díaz tendrá una experiencia inusual en sus casi tres lustros de juglar. Dejará a un lado la guitarra, para concentrarse en la voz y disfrutar en su primera vez con una sinfónica: “En el ensayo fue algo maravilloso. Me sentí con una libertad de poder meterme en las melodías, de hacer variaciones porque la orquesta te abraza y te da la seguridad de que puedes hacerlo”.

“Quise cantar Pequeña serenata diurna, porque su vigencia me enamora, y Óleo de una mujer con sombrero, que me identifica desde mis inicios, cuando la sacamos por la revista Somos jóvenes, donde salían las letras, y no tenía la menor idea de que este amor por la música iba a llegar a tanto”, dijo Harold.

“Te doy una canción” estará lleno de detalles. Si el público aplaude, habrá sorpresa. Como proyecto nació de la trilogía homónima de Augusto Enriquez, con 34 versiones de la obra de Silvio. El habitual intérprete de sones, guarachas y boleros, aplaudido en Canadá, Italia, Chile y otros países, rinde tributo a la nueva trova y a un cantautor fundamental de la nación cubana.

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