CAMAGÜEY.- Con La razón del ser el lugareño Nelson Miranda Varona invita constantemente al espectador a sentarse en el pupitre, a reflexionar, a aprehender, a dudar, a perpetuar certidumbres. La razón del ser no es solo arte, es filosofía, sociedad, fe, pensamiento, responsabilidad.

Desde el 16 de septiembre pasado y hasta el 9 de diciembre la Galería de la Fundación Caguayo en la provincia acoge el estreno de Miranda Varona en ese espacio expositivo, con motivo de sus 25 años de vida artística y del aniversario 21 de la institución.

A partir de una variedad de soportes como el óleo sobre lienzo, acrílico sobre madera, instalaciones y esculturas, el también profesor y jefe de la cátedra de Escultura de la Academia de las Artes Vicentina de la Torre, “pinta”, en casi una veintena de piezas, sus muchas banderas, que pueden ser también la de muchos-incontables. La pluralidad de un símbolo en apariencia exclusivo, único, emerge en la diversidad de significados que tiene, o no, para cada individuo, para cada ente que implica un ser. En esas consonancias, según la pizarra en el reverso de una instalación, está la razón del ser.

En A río revuelto hay buen tiempo para pescar estrellas. En Recalando se percibe el dolor de las distancias, las partidas, las soledades; y al mismo tiempo convence sobre el poder del suelo patrio, aún pisando el de otras coordenadas. Con El centro luminoso prende una vela roja a Shangó, pone ofrenda a sus deidades; la religión y las maneras de practicar la fe es también un modo de vida para la mayoría de los cubanos, es memoria y contemporaneidad.

Desde las cinco puntas de la estrella, cual ícono de la muestra, Miranda Varona apunta a muchas direcciones que convergen en un único punto: los modos en que asumimos y cargamos la cubanidad. El lugar, el tiempo y sus morfologías, los padecimientos y orgullos, son algunas de las categorías desde las cuales el artista concibe nuestra realidad, nuestra conciencia social, nuestra identidad.`

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