CAMAGÜEY.- La actriz Camila Arteche compartió en esta ciudad sus vivencias de El acompañante, dirigida por Pavel Giroud, que aborda un período de los´80, traumático para los ingresados por VIH/Sida en el sanatorio habanero de Los Cocos.

En esta película propuesta por Cuba a los premios Oscar y Goya, interpreta a Lisandra, una paciente optimista que ella misma se cuestionaba si realmente existió, y que sentimentalmente la ha marcado más en su trayectoria profesional con desempeños además en el teatro, la radio y la televisión.

En la Sala de Video Nuevo Mundo y en la Academia de las Artes Vicentina de la Torre participó en el debate con estudiantes de preuniversitario, muy interesados en sus experiencias de vida y en sus deseos como artistas.

Camila considera que aún persisten desinformación y actitudes excluyentes hacia los pacientes del VIH/Sida, por eso agradeció la aceptación de la película a sensibilizar con la problemática y como estímulo a la reflexión sobre la vida y su permanente cuidado.

“Esperamos que tenga suerte en la nominación”, expresó de El acompañante, realización independiente, con pocos actores pero una gran historia, muy premiado en Cuba como argumento.

Ante curiosas preguntas respondió con agilidad porque si fuera a dirigir “haría una historia cubana real”. Los directores con los que le interesa trabajar son el cubano Alejandro Brugués, el danés Lars von Trier y el hongkonés Wong Kar-wai.

Para protagónico la pareja de sus sueños era el estadounidense Marlon Brandon, fallecido, y no pierde las esperanzas de lograrlo con la australiana Cate Blanchett.

Añadió que le seducen los personajes de Mulan y Cleopatra, y que de lo interpretado, el más difícil sigue siendo la haitiana Camila Arteche como Madame Jeanne Bourvil de su debut cinematográfico, cuando tenía 20 años, en Bolívar, el hombre de las dificultades (2013), del venezonlano Luis Alberto Lamata.

“Nunca estoy contenta con lo que hago”, dijo y aconsejó perseverancia a quienes se interesen por la actuación.