¿Qué significa ser joven?, ¿cómo serlo sin la etiqueta? y ¿cuáles son los factores externos que impiden a los jóvenes la realización de obras? fueron algunas interrogantes en el vórtice de la circulación de ideas en el Complejo Audiovisual Nuevo Mundo.
Desiderio NavarroDesiderio Navarro, a quien el Taller celebra 50 años de labor intelectual, señaló la falta del aparato de interpretación, más allá de la observación de la realidad con una actitud de naturalista, de hablar de los problemas sin analizar.
El crítico de arte Alfredo Fuentes advirtió la precarización de la poética y la falta de búsqueda de las esencias de la nación, porque “los jóvenes no se miran a sí mismos, sino a estereotipos de realización”.
Luciano Castillo, fundador del Taller, lamentó la “admirable ignorancia cinematográfica” de los realizadores que se jactan de no ver cine, y son rostros que él extraña en los espacios de apreciación de la Cinemateca de Cuba, que dirige en la actualidad.
Como en defensa de su condición etaria, Yasser Socarrás enfocó a la segmentación que separa lo hecho por jóvenes, y eso provoca actitudes a ultranza y distorsiona la convicción de hacer cine sin apellidos, a la altura de las posibilidades como artista.
Cuando todo pintaba a una cruzada contra los de menos edad, el investigador y ensayista Luis Álvarez Álvarez evocó un aforismo del coterráneo camagüeyano Enrique José Varona: “Antes, los viejos, los viejos. Ahora, los jóvenes, los jóvenes. ¡No: los útiles!”.
“La ausencia de crítica necesita un enfoque diferente. La crítica es una actitud humana”, y luego añadió que “la crítica es un riesgo en cualquier época”, al subrayar que “nos hemos acostumbrado a no llamar muchas cosas por su nombre”.
Olga García Yero indicó deficiencias de la Educación en la formación universitaria y recalcó el parcelamiento por grupos que no intercambian, “y usted solo puede confrontar cuando tiene un conocimiento teórico”.
PanelistasUno de los panelistas, Antonio Enrique González Rojas, sostuvo que “la Educación es un arte de criar cuervos. Como crítico lo que me interesa es decir lo que pienso”, y más adelantó arguyó: “¿hasta qué punto estás dispuesto a formar a alguien que discuta contigo y te 'extermine', para de los dos formas un nuevo conjunto?”
El productor Daniel Díaz Ravelo mencionó la desidia provocada en los jóvenes, que les lleva a no aprovechar oportunidades como el grupo G20, involucrado en el proyecto de la Ley de Cine: “No se hace nada con discutir desde fuera y no ir a esos espacios que existen, para cambiar desde adentro. A mí no me gusta estar porque me enfrento a una mentalidad arcaica, pero es un compromiso que tenemos los jóvenes, porque criticando solamente no vamos a llegar a ninguna parte”.
La moderadora, Magda Resik, insistió en el sentido ético del oficio, ante la alarma de la crítica que se rige por condiciones personales; y aconsejó preservar la diversidad de libros y escuelas de la crítica, ante el intento de imponer unos sobre otros.
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