CAMAGÜEY.- La estrecha relación entre el Noticiero Latinoamericano y los códigos que distinguieron a la escuela documentalística cubana, fue el eje central de uno de los debates efectuados hoy durante la primera jornada teórica del XXV Taller Nacional de la Crítica Cinematográfica.

Ese material fílmico devino laboratorio de experimentación estética sin precedentes en América Latina, desde que fue creado en 1960 por Santiago Álvarez, por encargo de Alfredo Guevara, entonces presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).

Calificado por su propio autor como ejercicio periodístico subjetivo, fue una obra que confluyó de una forma muy vanguardista entre esa especialidad y el séptimo arte, y se convirtió en el cronista de su tiempo por el amplio diapasón de temas abordados.

Según aseguró Astrid Santana Fernández, profesora de la Universidad de las Artes de La Habana, el Noticiero fue muy necesario en el momento histórico que atravesaba el país, pues le mostraba al mundo los cambios sociales, políticos y económicos llevados a cabo con el triunfo de la Revolución cubana.

Se vivían momentos de convulsión social diaria, y por eso se necesitaba una nueva forma de decir, aseveró.

La especialista comentó que desde la primera entrega fue un producto totalmente nuevo, diferente a los anteriores, lo cual obligó a su equipo de realización a perfeccionar continuamente su trabajo y, por lo tanto, lograr un producto cultural más elaborado y de mejor factura.

Por el noticiero pasaron casi todos los realizadores, editores, camarógrafos, sonidistas, asistentes del ICAIC, explicó, se convirtió en una escuela de preparación para que los documentales salieran con un lenguaje y estética diferente, y a la vez se mejoraba constantemente.

Investigadores nacionales y extranjeros afirman que se trató de una industria dentro de la propia industria cinematográfica cubana, pues anualmente se llegaron a producir más de 50 noticieros y alrededor de 30 documentales.

Durante las tres décadas de emisión hubo noticieros que al ser monotemáticos se convirtieron en documentales, como los dedicados a la vida del músico cubano Benny Moré, al atentado del avión de Barbados en 1976, y otros sobre temáticas sociales.

La profesora Santana Fernández afirmó que al articularse ambas escuelas su personal artístico maduró, al igual que su corte crítico, incluso su toque de humor en ocasiones, recurso del cual el cineasta Daniel Día Torres calificó de muy necesario para incitar a la reflexión.

Como parte de la jornada de este miércoles también se realizó un panel acerca de la historia y evolución del Taller, se presentaron varios libros sobre cine, una exposición de artes plásticas en torno al séptimo arte, y la Casa del Joven Creador, sede de la filial de la Asociación Hermanos Saíz, acogerá la proyección de filmes.

Hasta el próximo sábado en la ciudad de Camagüey acontecerá el evento, único de su tipo en el país, y que por un cuarto de siglo ha permitido valorar y apreciar el cine desde una perspectiva crítica.