CAMAGÜEY.- El cineasta Fernando Pérez, Premio Nacional de Cine, afirmó hoy en esta ciudad que es “cubano, habanero y camagüeyano”, en un espacio de diálogo de la muestra audiovisual El Almacén de la Imagen.

“Aunque llegué al año siguiente —en 1992—, me siento fundador no por haber sido de los primeros, sino porque me identifico totalmente con la proyección de este evento, tan importante para el presente del cine cubano que es el cine de los jóvenes. Estar aquí me alegra mucho”, insistió.

Consideró su película Insumisas (2018) como cosa del pasado, devenida una motivación para discutir en el público a partir de la resonancia contemporánea de la historia de Enriqueta Faber, quien asumió una personalidad de hombre para ejercer la medicina y la decisión sexual, más allá de la lucha de géneros.

“Como resultado artístico, como director, como cineasta es una película que me hubiera gustado hacer de otra manera.  Está resuelta narrativamente, se cuenta la historia, pero hubo una circunstancia que nos obligó a tener condiciones de producción muy exactas. Por primera vez trabajaba con una actriz extranjera —la actriz sueca Sylvie Testud— y tenía un calendario y obligaciones específicas. Una actriz inteligente, profesional, con un carácter muy especial, pero eso fue marcando el proceso”, explicó acerca de ese filme codirigido con la suiza Laura Cazador.

“A mí me gusta mucho el riesgo, no caminar por los caminos que uno conoce”, señaló al calificar Insumisas de una película poco arriesgada, y para adelantar su proyecto titulado Riquimbili, para el que aspira al financiamiento de Ibermedia en colaboración con el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos.

“Es una película en la que por primera vez trato el humor negro y aquí sí juego con las estructuras narrativas. El guion está escrito a cuatro manos con Abel Rodríguez. Prefiero que cree inquietud a algo demasiado claro para todo el mundo”, enfatizó.

Fernando Pérez añadió que “el cine es una búsqueda y eso me encanta compartirlo con los jóvenes. El proceso, el vuelo de esa flecha es lo que te crea la verdadera motivación, si no todo sería técnica, camino trillado, y eso no lleva a la evolución”.

El Maestro de Juventudes —reconocido así por la Asociación Hermanos Saíz— contó anécdotas de procesos de rodaje y de exhibiciones, y se refirió al recientemente aprobado Decreto ley del creador audiovisual y cinematográfico independiente en Cuba.

“La Ley de Cine es una meta, pero necesariamente había que crear medidas rápidas para un fondo de fomento, la regularización para que tuvieran derechos los cineastas independientes, para dinamizar y devolver la creatividad a mecanismos deteriorados. Fueron cinco años de discusión y estamos viviendo momentos positivos. Estos proyectos de decretos que empiezan a aplicarse abren puertas”, insistió.

En cuanto a su función como jurado del pitching de ficción La Imagen del Almacén, dijo “tengo que ser sincero, a mí nunca me han gustado los pitching pero es inevitable, y hay que prepararse. Animo a El Almacén de la Imagen y a todos los eventos cinematográficos de aquí a que haya espacios como este donde jóvenes pueden presentar sus proyectos en una carpeta bien preparada. Estoy curiosísimo de ver, el año próximo, cómo será el proyecto seleccionado. Cuando algo germina, a uno le da emoción”.

Como prefiere compartir experiencias más que dar consejos, argumentó: “Lo que mueve a un creador es la curiosidad por vivir, ver y compartir todas las dudas, los problemas, las emociones, los grandes acontecimientos del mundo. Descubrir siempre que la vida te entrega cosas inusitadas y cómo en un mundo tan controvertido como el que vivimos, solamente el arte y la cultura son los medios para llegar al mejoramiento humano”.

Luego del intercambio en el Café Literario La Comarca, Fernando Pérez participó en la inauguración de la exposición bipersonal Regalo para un ángel, de la joven Yaneya Acosta, fallecida recientemente, y Eduardo Castillo, en la galería Mira, localizada en la segunda planta de la Casa del Joven Creador.