CAMAGÜEY.- El 8vo Festival Internacional de Videoarte de Camagüey (FIVAC) culminará el próximo domingo en la noche, pero desde su apertura el lunes 22 de abril ha sabido a evento bien organizado y preciso hasta en lo casual.

No ha provocado ni un motivo para la fatiga, aun al incluir casi de todo en el ámbito de las prácticas artísticas. Eso apunta a una vocación terapéutica, útil para tanto creador angustiado por la problemática del hombre contemporáneo.

Entre los temas destacan el irrespecto a la intimidad en la vida online, de la estudiosa catalana Laura Baigorri; la denuncia de la violencia de género, según la estadounidense Therese Tardío; y memorias y archivos para las historias del videoarte, algo que intentan los españoles Francisco Brives y Néstor Prieto.

En particular, las exhibiciones han sido distendidas. Tiene que ver con el criterio en la admisión de las obras ─139 seleccionadas de 34 países ─, y el montaje cuidadoso también para que respiren junto al público. A propósito, con una muestra reabrió la Galería de Arte Universal Alejo Carpentier, después de estar cinco años cerrada. La otra sede colateral es la Galería República 289.

Como epicentro se consolida El Circuito. En su Galería Píxel está la mayoría de las propuestas de la plataforma metacuratorial La Próxima Resistencia; y en la sala Georges Méliès ocurre el evento teórico, además de proyecciones.

Desde ayer se imparten dos talleres: uno dedicado al videoperformance, a cargo del mexicano Pancho López; y otro concentrado en la realidad aumentada como algo posible de implementación en Cuba, según Yusnier Mentado, profesor de la Universidad de las Artes Isa.

Cada vez son más los jóvenes cubanos que exploran con los nuevos medios y vienen a despejar dudas. Gracias a los estímulos que Camagüey genera desde el 2008, se trazan o se reafirman los puentes de los participantes de Francia, Colombia, Estados Unidos, México, España, Japón, Alemania, Canadá y Cuba.

Lo menos feliz han sido las proyecciones en la Plaza del Gallo, por los pocos interesados en establecer el diálogo con un arte asumido con herramientas de las tecnologías contemporáneas, por hacedores para nada complacientes.

Otro detalle: el evento no abrió con videoartes, sino con rumba a media tarde en la Plaza de los Trabajadores. Ha implicado a grupos musicales y de teatro. Según el presidente, Jorge Luis Santa Pérez, al agradecer a artistas, intelectuales, investigadores y curadores, FIVAC nació como encuentro fraternal para estimular los sentidos. Y lo ha cumplido.