CAMAGÜEY.- La importancia de promover la conciencia crítica en la danza en Cuba destacó entre las ideas defendidas hoy en los intercambios de la novena edición del Festival Olorum, previsto hasta el domingo en esta ciudad.

Ese planteamiento ha emergido de las reflexiones en el Centro de Convenciones Santa Cecilia, reafirmado hoy con las intervenciones de los académicos Bárbara Balbuena, Ismael Albelo y Noel Bonilla-Chongo.

“Las etiquetas han cambiado, por no decir que casi ya no hay etiquetas, pero el hombre sigue siendo el centro de la producción aunque esté acompañado por el aparataje tecnológico del siglo XXI”, dijo Ismael Albelo.

El evento ha nutrido mutuamente a estudiosos de la danza escénica y a miembros de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, quienes han coincidido en que deben mantenerse las esencias y la perfectibilidad del hombre desde el influjo de la creación.

Foto: Rodolfo Blanco CuéACNFoto: Rodolfo Blanco CuéACN

“Seducir la atención de los espectadores. Esa es la misión del arte”, enfatizó Bonilla-Chongo, quien calificó la danza como un acontecimiento para involucrar a todos, e instó a no pensar la dramaturgia como una homogeneización estandarizada de procederes.

Tampoco la actualización ante la influencia de la vida social del contexto actual puede desligarse de la investigación profunda, “de ir a la fuente del folclor”, insistió la experta Bárbara Balbuena.

Un ejemplo de lo anterior aportó esta tarde el espacio colateral en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, con la presentación del libro Abakuá. Del mito al imaginario, escrito por Ramón Torres Zayas.

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“Su lectura se disfruta a partir del conocimiento y desde una formación cultural, porque el libro contribuye a una mirada desprejuiciada de esa expresión de la cultura popular tradicional”, afirmó el presentador Reinaldo Echemendía Estrada.

La promoción del título publicado por la Editora Abril evidencia el carácter integrador del Festival Olorum, y tributa a la dedicatoria del evento a Nigeria, ya que la cultura de los mal llamados ñáñigos procede del sur de esa nación africana.